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18.12.18

El candidato presidencial de la UDI

(El Lïbero) Aunque la UDI recién haya realizado su elección interna, la verdadera carrera por el liderazgo y la candidatura presidencial que represente a ese sector recién empieza ahora, y la delantera la lleva el ex diputado José Antonio Kast.
Por Patricio Navia

(El Lïbero) En las elecciones internas de la UDI, el nombre del líder más popular de ese sector estuvo ausente. Por eso, más allá de las diferencias que pudieran existir entre los candidatos Javier Macaya y Jacqueline Van Rysselberghe, la gran disputa que se viene en el partido es si el ex diputado UDI y candidato presidencial en 2017, José Antonio Kast, logrará realizar una toma hostil de la agrupación que más a la derecha se ubica en el espectro político chileno.

Aunque treinta años después del retorno de la democracia, la dictadura es más una referencia simbólica que una realidad concreta, la forma en que la derecha habla del régimen de Pinochet y se refiere a la figura del fallecido dictador refleja diferencias identitarias en ese sector. Si bien toda ella concuerda en valorar las reformas económicas y denunciar las violaciones a los derechos humanos, hay una parte que ve el legado dictatorial como un todo más positivo que negativo. Esa derecha se apuró en salir a defender a Pinochet después de su arresto en Londres. Esa derecha no cree necesario recordar las violaciones a los derechos humanos cada vez que quiere decir algo positivo del legado autoritario. Y esa derecha ha estado históricamente asociada a la UDI.

Pero desde que José Antonio Kast renunció a la UDI y asumió una posición de derecha conservadora más militante y sin tapujos, ha comenzado a apoderarse de uno de los elementos centrales de la identidad y trayectoria de la UDI: la defensa del legado del pinochetismo. Si bien la UDI tiene otros elementos identitarios —como una vocación popular—, el principal elemento que la define es su origen a la sombra de la dictadura. Aunque con las fallidas candidaturas presidenciales de Joaquín Lavín la UDI logró construir un discurso más bien popular -en tanto la votación de todos los partidos de derecha creció en esas zonas-, ya no tiene el monopolio de la llegada a sectores populares en la derecha. Por eso, aunque no es el único elemento identitario de la UDI —y tal vez ni siquiera el principal—, la cercanía a la dictadura militar es lo que más la diferencia de los otros partidos de derecha.

En la elección interna de la UDI, los dos candidatos a presidente del partido compartían, por su edad, la misma distancia de la dictadura militar. Ninguno de ellos trabajó en ella. Macaya tenía 10 años para el plebiscito de 1988. Los dos comparten la hoja de ruta que busca modernizar a la UDI. Por eso, si bien el triunfo de Van Rysselberghe constituye una derrota para la generación de recambio, más joven y sin posiciones de liderazgo cuando Pinochet fue detenido en Londres que representaba Macaya, los dos comparten la visión de que el futuro de la UDI pasa por alejarse de la figura del dictador.

Por eso, el debate sobre cómo administrar la cercanía histórica de la UDI con la dictadura comenzará ahora, cuando el líder de la facción más pinochetista de la derecha avance en su intento por tomarse la bandera que mejor definió a la UDI desde sus orígenes. Aunque no es militante UDI, José Antonio Kast le habla al alma de la UDI y habla en un idioma que le hace sentido a la derecha más comprometida con el legado de la dictadura. En los meses que se vienen, la UDI deberá responder a la toma hostil del pinochetismo que está impulsando José Antonio Kast. Si la UDI denuncia a Kast y se aleja de él, arriesgará perder una parte importante de su militancia histórica y de su llegada en la derecha más dura. Como RN y Evópoli tienen copada a la derecha más moderada y liberal, si la UDI reniega de su origen pinochetista, arriesga a quedarse sin pan ni pedazo en la arena electoral. Por otro lado, si la UDI se deja llevar por el canto de sirena de José Antonio Kast, el partido recuperará un sentido de misión, pero también se convertirá en un partido mucho más de nicho. No hay nada más atractivo para la izquierda que enfrentar en una elección a un candidato que abiertamente defiende a Pinochet.

Hoy por hoy, el candidato mejor posicionado de la derecha que la UDI históricamente ha representado es José Antonio Kast. Entre sus potenciales rivales, Joaquín Lavín evoca más al pasado y al oportunismo pragmático desideologizado, Cathy Barriga necesita validarse con una victoria contundente en Maipú en 2020 y Alfredo Moreno tiene una misión imposible en La Araucanía. En cambio, José Antonio Kast tiene un discurso simple y atractivo para el sector que la UDI siempre ha representado. Por eso, aunque la UDI recién haya realizado su elección interna, la verdadera carrera por el liderazgo y por la candidatura presidencial que represente a ese sector recién empieza ahora, y la delantera la lleva el ex diputado José Antonio Kast. Si la elección presidencial fuera hoy, independientemente de lo que quieran Van Rysselberghe o Macaya, Kast sería el candidato más popular entre los militantes de la UDI y entre los que tradicional y sistemáticamente han votado por ese partido.

Fuente: El Líbero (Santiago, Chile)