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31.01.19

Y se fue enero

(7 Miradas) En el medio de todo se agregó el lío institucional en La Rioja. Nada que modifique el frío económico y el sofocante verano cotidiano.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Mientras buena parte del país está azotada por sensaciones térmicas que rebasan los 40 grados, la economía y la política despiden al primer mes del año sin grandes novedades.

En las últimas horas se despejó una incógnita importante: no habrá desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en el mundo oficialista se daba por descartada la iniciativa. Está claro que las discusiones conceptuales las ganan sistemáticamente Peña-Durán Barba. El debilitamiento del ala política – territorial (Frigerio-Monzó-Vidal) es evidente.

La cuenta era clara para el presidente: 1) los recursos para hacer campaña no son infinitos; en este escenario las campañas tenderán a ser austeras por la recesión económica y por el efecto Centeno; y 2) la experiencia indica que cuando un dirigente ya “hizo su negocio” político, es más difícil que se mueva luego para el beneficio de otro. Si bien es cierto que un triunfo previo en provincia de Buenos Aires desalentará mucho a los opositores, no es lo mismo que cuando se juega la plata de todos de forma simultánea. Acá se notan las diferencias conceptuales dentro de la mesa chica presidencial: los que tienen “los fierros territoriales” ven las cosas distintas a los que están en Casa Rosada. Alguien podría decir “pero si los votos para Mauricio van a estar, ¿cuál es el problema en separarlas y aprovechar el efecto cascada?”. Más allá de si los votos de Macri estarán o no, estos cálculos suelen ser más complejos de lo que parece. Por mi experiencia profesional era evidente que no convenía la separación: hay que obligar a la tropa a quemar las naves como Cortés, a todo o nada, y todos juntos.

¿Era esperable entonces que no haya muchas novedades en este enero? Absolutamente. Es muy temprano para tomar decisiones cuando los jugadores más importantes tienen margen de maniobra. Esto va a seguir así hasta que termine el verano, a fines de marzo o principios de abril, cuando también quede más claro si se van cumpliendo las expectativas económicas de los mercados, los empresarios y el Banco Central. Si el dólar sigue estable, la inflación promedio ronda los 2.5 puntos porcentuales mensuales, y el campo consigue su cosecha récord, el gobierno toma aire y se consolidará el consenso de un triunfo electoral oficialista (no significa que ganará Cambiemos, sino que uno de los consensos en el círculo rojo sedimentará más fuerte).

Mientras Massa y Urtubey se activan (en la única primaria presidencial que existiría por ahora), Lavagna salió a probar motor y neumáticos, y volvió a boxes (al estilo Reutemann). Si luego no pasa nada con su eventual candidatura podrá echar mano de una famosa sentencia del ex corredor de F1: “no me bajé de lo que nunca me subí”.

Último párrafo para el gran enigma de la política argentina: Cristina. 1) su jefe de campaña profesa que será candidata; 2) está promoviendo unidad peronista en los distritos para no mal enquistarse con los gobernadores, señal de paz; 3) las órdenes que está dando son para jugar, no para quedarse en la platea; 4) su hándicap electoral permanece intacto, con las limitaciones conocidas.

En el medio de todo se agregó el lío institucional en La Rioja. Nada que modifique el frío económico y el sofocante verano cotidiano.

 

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)