Nadie en su sano juicio debería pedirle a alguien de 16 años que asuma responsabilidades políticas. Sin embargo, aquí viene la faceta compleja de este asunto (y de otros asuntos que tarde o temprano alarmarán a la gran mayoría, como los alcances de la inteligencia artificial). Alabar la iniciativa de Greta es muy loable, pero… los otros también juegan. Traducido: el mundo contemporáneo es una sumatoria de múltiples fragmentos, intereses y poderes, no solo de algunos Trumps y empresarios codiciosos.

Las películas catástrofe de Hollywood y los ultra alarmistas ¿ayudan o no la toma de conciencia? Aunque Trump no esté de acuerdo, el problema es más serio de lo que parece. Pero para no arruinar el carnaval conviene señalar dos puntos:

1)      Los cambios nunca son radicales, y dependen de una ingeniería política sustentable. Mover una ficha en el tablero implica visualizar una cantidad de cuestiones para que el remedio no sea peor que la enfermedad.

2)      La tercera guerra mundial, que sería nuclear y destruiría el planeta, hasta ahora no existió. Ya pasaron 75 años y la probabilidad es baja (no nula).Esto significa que la historia está llena de ultimátums que despertaron las conciencias a tiempo y evitaron el final de la humanidad. “Pero esto es inédito!”. Sí, todo fue inédito en cada momento histórico.

Para volver al trabajo sin carnaval de Venecia por culpa del coronavirus, podríamos decir que la historia no es “Todo el año es Carnaval”, ni “Tristeza nao tem fin”.