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15.11.17

El mejor país del mundo

(7 Miradas) La última conferencia anual de la Asociación Internacional de Consultores Políticos (IAPC) se desarrolló en Reykiavk, Islandia, donde se festejaron los 50 años de la organización. Como sucede habitualmente el encuentro comienza con un panel que expone la situación política del país anfitrión.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Así califica el inglés John Carlin a Islandia. Carlin es un periodista de madre española, que tuvo infancia en Buenos Aires, y está radicado en Barcelona.

La última conferencia anual de la Asociación Internacional de Consultores Políticos (IAPC) se desarrolló en Reykiavk, Islandia, donde se festejaron los 50 años de la organización. Como sucede habitualmente el encuentro comienza con un panel que expone la situación política del país anfitrión.

Como seguramente saben muchos lectores, Islandia sufrió en 2008 una crisis financiera como fruto de una burbuja: pagaban 15 % de interés a los ahorristas para captar sus fondos, lo cual disparó una rueda especulativa fatal (lo que nosotros llamamos “bicicleta financiera”). Como suele suceder, todo voló por el aire. Tuvo que estatizar 2 de sus 3 principales bancos, pasó a una inflación del 15 % y la moneda local perdió el 60 % de su valor en un año. Y lo peor: mucha gente perdió todos los ahorros de su vida de la noche a la mañana. No lo vieron venir?

Pasando al plano de la política, antes de la crisis había 4 partidos en el parlamento. Hoy hay 8, lo que da una idea de cómo afectó a la ciudadanía. Como sucede habitualmente, se produjo una fuerte fragmentación.

Se analizaron 4 factores sobre la política en Islandia:

  1. Participación política: ha ido a la baja, pero levemente. Sin embargo, se nota una fuerte abstención en los menores de 30 años.
  2. Polarización: no se registra mayormente en la escala izquierda – derecha, ni en los diferentes grupo demográficos. Sin embargo, existe una creciente preocupación de la gente sobre la polarización. En todos lados hay una grieta, y en este caso es más subjetiva, que objetiva.
  3. Confianza en instituciones: hay una alta confianza en el parlamento, en la policía, en las demás personas. Si bien hubo muchos cambios post crisis de 2008, pero sigue siendo alta comparativamente si se mira al resto de Europa.
  4. Migración: se registra una creciente presencia de inmigrantes en los últimos 10 años. Sin embargo, no hay un partido “nacional – populista” que explote una preocupación sobre los extranjeros que llegan al país para instalarse. Eso se debe que hay una tasa de empleo, pocos inmigrantes son musulmanes (más bien de la Europa del Este), y no ha aparecido un líder carismático que pudiese canalizar cierta xenofobia (que tampoco se registra en la encuestas mayor al del resto de los países escandinavos, por ejemplo).

Todo esto ocurre pese a que el ex primer ministro Sigmundur Gunnlaugsson fue la primera víctima en el mundo de la filtración de los Panamá Papers, entre otros desaguisados políticos que vienen ocurriendo.

Moraleja: el sistema se reconstruyó con relativamente poca cirugía política. Los 4 indicadores que se comentaron más arriba hablan de un país bastante estable, que no parece haber pasado por una crisis terminal. Muy diferente a lo sucedido en Argentina post 2001.

Como dice Birna Eirnarsdottir, una de las consejeras delegadas de bancos nombrada después de la crisis de 2008, “¿Quién dijo que los islandeses eran los mejores banqueros del mundo? … ahora la regla es la humildad, conocer nuestras limitaciones y aprovechar nuestras ventajas”.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)