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18.04.18

Mala onda?

(7 Miradas) La pregunta del millón es: más allá de la coyuntura ¿esto puede complicar al gobierno para la elección presidencial? Es obvio que no lo favorece. Sin embargo, nos inclinamos a pensar que no lo complicará a la hora de la verdad. Toda elección es un plebiscito en sí mismo. Y lo que se debe evaluar no es solamente cómo llegará el gobierno de turno, sino también si la oposición es realmente una alternativa convincente.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) El gobierno ratificó el rumbo. Pese al mal humor con la inflación y el aumento de tarifas, el rumbo no se toca. Los aliados de Cambiemos protestan. El clima de calle se deteriora. Pero donde manda capitán… Ordenemos algunas reflexiones al respecto.

1)      El gobierno podría dar marcha atrás? Obviamente sí, si ha dado marcha atrás con varias cosas, también podría con esto dado su impacto popular. Sin embargo, una cosa era la administración Macri antes de ganar ampliamente la elección del año pasado, y otra ahora. Casa Rosada se pregunta: si no hacemos el ajuste, lejos de las elecciones de 2019, ¿cuándo? El mal trago hay que apurarlo cuanto antes. Por otro lado, si ahora da marcha atrás con estos temas, ya no volverá a ser el mismo, y la oposición se le va a animar con cuanto conflicto se desate por delante.

2)      Esto afecta el clima de calle? Sin duda. Porque pese a que hay varios indicadores económicos y sociales que mejoran (como la caída de la pobreza), la calle sigue sin sentir una mejora, y vía inflación vuelve a alzar la voz con “la plata no alcanza”. De modo que el costo lo está pagando cuantitativa y cualitativamente.

3)      Ya pasaron más de 2 años: eso hace que más gente se pregunte ¿y el cambio para cuándo? Se nota particularmente en los grupos más afines al gobierno nacional que sus votantes se queda con la esperanza en la boca, y saludan el destape de la corrupción K y la lucha contra el narcotráfico. Pero no tienen muchos más argumentos para defenderlo a Macri.

4)      Esto tensiona a Cambiemos hacia adentro: detrás de los reclamos por el ajuste, hay otros pases de factura de radicales y Carrió al gobierno, por distintas razones. Ella aprovecha en su batalla contra Angelici y Lorenzetti, entre otros personajes. La UCR está molesta no solo porque no la consultan sobre las decisiones, sino también porque el PRO ha decidido crecer el año próximo a expensas del partido de Alem, y eso está generando conflictos en muchas provincias.

5)      El gobierno comunica mal: lo hemos dicho en esta columna ya muchas veces. Así como el macrismo es eficiente en campaña, con las crisis siempre sale de manera desordenada. No parece saber dar las batallas mediáticas al estilo clásico, en buena medida porque no cree en ellas. Parte de otras visiones sobre la conformación de la opinión pública y el rol de los medios tradicionales. Este tema da para largo en otra columna.

6)      Qué expectativa tiene? El consenso de economistas dice que la inflación será menor en el segundo semestre y que con las paritarias cerradas el consumo popular se entonará. Esto le da la razón al gobierno respecto a que lo peor ya está terminando de suceder (que por otro lado, era lo previsto). Entonces no habría que fijarse tanto en la coyuntura, sino cómo quedará el balance hacia fin de año.

La pregunta del millón es: más allá de la coyuntura ¿esto puede complicar al gobierno para la elección presidencial? Es obvio que no lo favorece. Sin embargo, nos inclinamos a pensar que no lo complicará a la hora de la verdad. Toda elección es un plebiscito en sí mismo. Y lo que se debe evaluar no es solamente cómo llegará el gobierno de turno, sino también si la oposición es realmente una alternativa convincente.

En ese juego, la balanza sigue estando del lado del gobierno.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)