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11.04.13

Los manuales de crisis, ¿dónde están?

(7 Miradas) Medir las consecuencias sobre las imágenes en el corto plazo no tiene sentido: es como tomarse la fiebre en el pico de la gripe. Habrá que dejar que baje el agua y la vida de los afectados vuelva a la normalidad para hacer el recuento real de daños.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Hay 3 aspectos a considerar en las inundaciones de la semana pasada: 1) el tamaño del desastre, inusitado; 2) la falta de las obras de infraestructura para atender fenómenos inéditos cada vez más habituales; y 3) la conducta comunicacional de los liderazgos políticos frente a esos dos factores actuando en conjunto. Cuáles son algunas de las reglas que les enseñamos a los alumnos en los posgrados (se agradecen los aportes del Lic. Rubén Sutelman).

1.  Brindar información mostrando que tenemos controlada tanto la situación como las consecuencias previsibles;

2.  No tener actitudes soberbias ni de autosuficiencia;

3.  Tener actitud de “este tema es prioritario”;

4.  Presencia en el frente de batalla de los máximos decisores políticos con los especialistas;

5.  Tener diseñado el mapa de conflictos o crisis para prevenirlas;

6.  Analizar el rol de los medios, los comunicadores y otros actores en circunstancias similares;

7.  Tratar de ser los voceros de la novedad (cuando se parte de salir a aclarar ya se perdió la batalla);

8.  Utilizar un único vocero autorizado;

9.  Cuidar el estilo de comunicación: no es lo mismo alertar, alarmar, tranquilizar, prevenir;

10.  La información brindada no debe dejar lugar a incertidumbre ni zozobra.

Se podría decir que ninguno de los dos involucrados directos –Macri y Bruera- tomaron nota de este tipo de recomendaciones elementales. El jefe de gobierno no estuvo a la altura de las circunstancias en su primera conferencia de prensa al buscar excusas. Lo del intendente platense estuvo totalmente fuera de calibre. La presidenta acertó en la actitud –fue a su barrio sin red- pero erró en el discurso –lo importante eran los inundados, no el debate sobre su propia historia de inundaciones. Scioli estuvo falto de reflejos para un especialista en oportunidades y siendo que uno de sus atributos percibidos es la cercanía: la primera foto fue de él en su despacho con saco y corbata, y porque lo fue a ver la presidenta.

Medir las consecuencias sobre las imágenes en el corto plazo no tiene sentido: es como tomarse la fiebre en el pico de la gripe. Habrá que dejar que baje el agua y la vida de los afectados vuelva a la normalidad para hacer el recuento real de daños. Lo cierto es que sobre una actitud crecientemente crítica hacia la política en el último año y medio, cayeron entre 150 y 300 milímetros de lluvia. Atención: la economía parece que tampoco crecerá más que el año pasado.


Fuente: (7 Miradas)