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05.09.13

Macri avisa

(7 Miradas) Sus indicadores no son malos, pero tampoco son los mejores. Está en carrera. Sin embargo, la realidad política no se mide solo por la opinión pública. Al no poder presentar lista propia en el principal distrito del país su potencial político luce dudoso.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Macri respondió dos largos reportajes el pasado domingo en los principales diarios nacionales avisando que competirá en 2015 por la presidencia. Está bueno que lo advierta porque el mundo periodístico, político y empresarial había comenzado a darle la extremaunción. Veamos algunos indicadores sobre Mauricio:

- luego de haber alcanzado su máximo registro de imagen personal (51 %) cuando fue reelegido como jefe de gobierno de la CABA en 2011, fue bajando hasta tocar un piso del 27 % en mayo de 2012 por el desgaste en su pelea con el gobierno por el manejo del subte. A partir de ahí osciló entre ese piso y un máximo de 34 %, siempre con mayor imagen negativa que positiva.

- la imagen de su gestión es muy oscilante: a mediados de julio, en plena campaña, tocó uno de sus puntos máximos de aprobación (60 %);

- cuando se pregunta intención de voto a presidente con respuesta espontánea, su instalación se fue desdibujando en los últimos 12 meses: durante 2012 y hasta marzo de este año oscilaba entre 7 y 8.6 %; post marzo ya no supera los 4.6 puntos.

- puesto a competir en una lista de presidenciables, arrancó 2012 con un promedio de 13 % de voto, y fue bajando hasta los 9.5 puntos en julio pasado.

Sus indicadores no son malos, pero tampoco son los mejores. Está en carrera. Sin embargo, la realidad política no se mide solo por la opinión pública. Al no poder presentar lista propia en el principal distrito del país su potencial político luce dudoso. A eso tampoco han acompañado otras 2 cuestiones: 1) una elección no brillante en la Capital Federal, donde él debe demostrar ser rey y señor, y 2) resultados poco entusiastas en el interior (en Mendoza salió cuarto aliado a los demócratas en una elección inéditamente negativa; en Entre Ríos terminan técnicamente empatados con los radicales por el segundo lugar; en Santa Fe estuvieron lejos de 2011, aunque mejor que lo preanunciaban las encuestas; los experimentos con famosos en Córdoba y La Pampa solo sirven para existir; lo mejor fue la victoria en San Juan junto al peronismo federal).

Todo eso desembocó en el 7 % a nivel nacional que lo ubica muy lejos de las otras 3 fuerzas (kirchnerismo, peronismo anti k y radicalismo – socialismo). Está claro que armar un espacio político al margen de los peronismos y el radicalismo sigue siendo una quimera y el electorado lo percibe.

El líder del PRO trazó su plan sobre la base que 1) el peronismo anti k no tenía candidato, 2) Scioli no se iba del kirchnerismo, y 3) su buena imagen en la opinión pública era la clave para atraer a peronistas y radicales desahuciados. Pues hasta aquí le fallaron 2 de 3 supuestos: apareció Massa, los radicales se despertaron, y su imagen política nunca fue tan buena como necesitaba.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)