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05.02.15

QEPD

(7 Miradas) La muerte de Nisman no le hace perder capital al kirchnerismo, pero lo alambra dando paso a una discusión sobre cuál es el opositor que mejor expresa el tipo de cambio que demanda la mayoría.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Nisman ha muerto pero sigue vivo. Sigue convulsionando conciencias y generando debates políticos. Finalmente, ¿qué impacto tuvo su muerte sobre la opinión pública y el escenario electoral a nivel nacional?

  • El 53 % cree que las denuncias de Nisman son mayormente ciertas, el 18 % las ve como mentiras y el 29 % restante no tiene opinión formada.
  • Dos tercios creen que su muerte se produjo por homicidio o suicidio instigado. Solo un 12 % cree en el simple suicidio y el 21 % no sabe.
  • El 56 % no tiene una opinión formada sobre quién es el responsable de la muerte (no se dieron opciones a los encuestados, de modo que respondieron de manera espontánea). El 31 % relaciona el gobierno / CFK / SIDE. El 13 % restante da respuestas varias.
  • Finalmente el 62 % no cree que se vaya a condenar a los culpables por la muerte.

El impacto es mayor en los hombres, los niveles socio económicos medio y alto, y en la zona metropolitana Buenos Aires (AMBA), lo que era de esperar.

Respecto al nivel de aprobación de la gestión presidencial, comparado con fines de noviembre, solo se detecta una baja de 3 puntos (dentro de los márgenes de error). La baja más sensible se detecta en la zona AMBA, ya que donde estaba mejor lo sigue estando (poblaciones inferiores a los 100.000 habitantes), y donde peor estaba tampoco se movió la aguja (grandes centros urbanos, excluido AMBA).

La situación electoral tampoco se mueve. Cuando se mide con una lista de los 5 candidatos más probables (Massa, Scioli, Macri, Binner o Cobos, y Altamira) sigue existiendo un empate técnico de primer lugar entre Massa y Scioli (28 %), y con Macri en tercer lugar 5 puntos por detrás. Y en cuanto a escenarios de balotaje, Massa sigue siendo el único que le gana a los otros 2.

Esto significa que el electorado oficialista está relativamente blindado: parece difícil que pierda votos en estas circunstancias. Los discursos presidenciales no hacen más que nutrir de sentido a ese núcleo duro.

Sin embargo, al mismo tiempo que eso le pone piso, le pone techo. Los dos tercios que prefieren el cambio no se reducen. 

Es decir, la muerte de Nisman no le hace perder capital al kirchnerismo, pero lo alambra dando paso a una discusión sobre cuál es el opositor que mejor expresa el tipo de cambio que demanda la mayoría.

¿El fallecimiento favoreció más a algún opositor? Tampoco. Macri apenas le ha sacado un par de puntos a UNEN, que se sigue desdibujando.

Escenario complejo -como dice el tema de Divididos- “cuando la mentira es la verdad”.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)