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16.05.17

Las dos caras de la libertad de prensa en Surinam

Es el país de Sudamérica con mayor grado de libertad de prensa en la actualidad. Sin embargo, sus leyes relativas a la difamación son de las más severas y su presidente de turno fue acusado de asesinar a cinco periodistas en 1982.
Por Melissa Kuris

Según los datos de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017, publicada por la ONG francesa Reporteros sin Frontera (RSF), Surinam es el país de Sudamérica que más respeta la libertad de prensa. A nivel mundial, ocupa el puesto número 20 en la lista, mientras que es el tercero de América más libre, detrás de Costa Rica (6o) y Jamaica (8o).

Surinam subió dos posiciones desde el informe publicado en 2016 y se concluyó que tiene un “paisaje mediático diverso”. Por un lado, son pocos los ataques directos a periodistas registrados en el país, pero por el otro, la ley surinamesa sobre la difamación es muy severa. De acuerdo a un informe elaborado por el Instituto de Prensa Internacional (IPI), las sanciones por este tipo de delitos son las más duras de las leyes similares existentes en los países del Caribe.

A pesar de que la Constitución explicita garantías para la libertad de expresión y de prensa en el artículo 19 de su capítulo V, el Código Penal prevé una pena de hasta siete años de prisión por hacer público un discurso de hostilidad o desprecio hacia el gobierno surinamés. Asimismo, por ofender intencionalmente al jefe de Estado, los periodistas pueden afrontar hasta cinco años de prisión.

El informe de Reporteros Sin Fronteras también hace referencia al escaso grado de formación profesional con el que cuentan los profesionales periodísticos y los pocos recursos que tiene su gremio. Esto condice con lo documentado por el IPI en 2013: en general, los funcionarios del gobierno surinamés estaban de acuerdo con revisar las leyes de difamación del país -que consideraban muy duras- siempre y cuando estas modificaciones fueran acompañadas por una capacitación para los periodistas.

Una última cuestión mencionada en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 fue con respecto al “comprometido” presidente de turno, Dési Bouterse, reelecto en 2015 tras haber concluido su primer mandato presidencial. Bouterse había encabezado dos golpes de Estado, en 1980 y en 1982. Además, al momento de su primera victoria, estaba acusado del asesinato de 15 opositores –entre ellos cinco periodistas– cometidos en diciembre de 1982.

Tras su llegada al poder, impulsó una ley de amnistía que concedía inmunidad por las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1982 y 1992. La ley fue aprobada por el parlamento de Surinam en 2012 y Bouterse logró ser indultado por sus crímenes de lesa humanidad.

¿Qué es la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa?

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa es un informe realizado anualmente desde 2002 por la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF), que permite conocer el escenario en el que trabajan los periodistas de los 180 países analizados. No solo evalúa el pluralismo e independencia de los medios de comunicación, sino también la seguridad y libertad de los profesionales. El análisis de este año fue elaborado en base a los datos recolectados en 2016.

Para determinar el grado de libertad del que gozan los periodistas, RSF realiza un cuestionario de 87 preguntas que envían a expertos de los medios de comunicación de cada país, según explican en su página. Sumado al cuestionario, también llevan a cabo un registro de los actos de violencia cometidos contra periodistas en el periodo analizado.