Artículos

20.02.19

Radicales on fire

(7 Miradas) Si Cambiemos aspira a conquistar territorios como Santa Fe, Córdoba, Santa Cruz, Entre Rios, La Rioja o Neuquén, será de la mano de radicales, ya que el PRO no tiene una oferta dirigencial competitiva.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Las habas venían cociéndose hace rato. Las últimas reuniones del comité nacional, con el gobernador Cornejo a la cabeza, estuvieron calentitas respecto a la relación con el gobierno nacional. Por un lado, diferencias políticas por definición de candidaturas y falta de consulta en decisiones claves del gobierno. Por el otro, diferencias conceptuales, como la relación de la ministra Stanley con las agrupaciones piqueteras. Luego el gobierno se queja, pero lo cierto es que los radicales se enteran de muchas cosas por los medios.

El triunfo del racial Kroneberger sobre “el colorado” Mac Allister en la primaria para gobernador de La Pampa hizo que muchos se relamieran. Por lo pronto persiste la división en Córdoba, y se acaba de llegar a un cierre de unidad en Cambiemos Santa Fe, lo cual el gobierno considera el modelo a seguir. Pero eso es posible solo cuando hay una figura casi indiscutible para asumir la cabeza de lista –como el intendente santafesino José Corral. En “la docta” la disputa entre Negri y Mestre es mucho más pareja.

Los procesos de cambio histórico y social son más complejos de lo que muchas veces se asume. No son lineales, tienen flujos y reflujos, y están llenos de contradicciones hasta que aflora la tendencia ganadora. Eso claramente sucede con la política y el electorado. Si bien es cierto que predominan las personalidades y decaen las ideologías tradicionales y las estructuras partidarias en la incidencia del voto (proceso que ya lleva al menos 30 años), los factores que van de salida no solo no desaparecen de la noche a la mañana, sino que además resisten su expulsión de la historia de la humanidad. En el medio “pasan cosas”.

Los diarios, la radio y la televisión abierta siguen sin desaparecer, solo que están convergiendo en el ciberespacio. La militancia y las estructuras partidarias se van aggiornando, pero tampoco desaparecen. Es un fenómeno que no se tiene suficientemente en cuenta. Por ejemplo, el radicalismo tiene una gran cantera dirigencial que se llama Franja Morada. De ahí salen cientos de candidatos a intendente, concejales, legisladores provinciales y gobernadores, además de cuadros político – técnicos. Esa materia prima es una necesaria argamasa en un contexto histórico abundante en virtualidades.

Eso implica varias cosas:

  • Es raro que el radicalismo desaparezca como movimiento político, aunque sin duda le cuesta tener un candidato a presidente competitivo;
  • Si se tiene la base de la pirámide, siempre existirá la expectativa de lograr un vértice importante;
  • Un actor político no necesariamente tiene que cubrir eficientemente todos los aspectos dentro del sistema: algunos son buenos en inserción regional y de base, mientras que otros definitivamente asimilan mejor las nuevas tecnologías de la información;
  • Es un socio necesario para el PRO que no tiene una cantera como la mencionada (en muchos lugares el partido de Macri no pasa de ser un grupo de personas sin experiencia política, ni voluntad de construir a largo plazo).

En definitiva, si Cambiemos aspira a conquistar territorios como Santa Fe, Córdoba, Santa Cruz, Entre Rios, La Rioja o Neuquén, será de la mano de radicales, ya que el PRO no tiene una oferta dirigencial competitiva.

Posdata 1: el triunfo del candidato radical a gobernador en La Pampa se dio en el marco de una primaria abierta no obligatoria. Ergo hay menor participación ciudadana y mayor presencia de los aparatos partidarios (llamado de atención para los que abogan por eliminar las PASO).

Posdata 2: la derrota de Mac Allister pone otro llamado de atención, en este caso a los que creen que la crisis argentina da lugar a outsiders famosos. Si bien “el colorado” ya estaba integrado al sistema político hace varios años, hoy la figura de Del Sel en Santa Fe no tiene ninguna incidencia (no tiene prestigio, ni votos). Tampoco funciona a nivel nacional la opción Tinelli. El electorado argentino –aun con todos sus defectos- no cree en gente sin experiencia política y/o de gestión para cargos ejecutivos relevantes.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)