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08.08.19

Un tramo final

(7 Miradas) La sensación mayoritaria es de sabor a poco con el proceso electoral. Por el lado del mayor voto opositor porque está sufriendo horrores la situación económica. Por el lado de los que apoyan a Macri porque más que esperanza en el futuro los moviliza el miedo al pasado.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) ¿No era que Trump quería ayudar a Macri? Pues porque por estas horas le está complicando la vida debido a su pelea con los chinos. Claro: el elefante no se ocupa de la suerte de la hormiga si está peleando con un rinoceronte.

Son efectos de muy corto plazo. ¿Influyen? Si se instala que todo se debe a una pelea de Titanes en el Ring, entonces el gobierno no pagaría costos. De última, todo el mundo sabe que Argentina es un paciente débil que necesita reposo, y que un resfrío se puede convertir en pulmonía. Pero si genera dudas cuánta muñeca tiene Macri para manejar estas eventualidades, el final de la película puede ser otra.

El escenario se puso más interesante en los últimos días. Los dos titanes salieron a mostrar sus mejores dientes:

  1. El gobierno va a apelar hasta el final a generar efecto contagio, para levantar el nivel de asistencia. Algún efecto ya se está sintiendo en la calle. Por otro lado, Vidal y Macri están marcando la cancha con fuerza, un poco de confrontación y otro poco de apelación épica de cómo transformaron la ciudad.
  2. Alberto está haciendo rectificaciones importantes y valiosas, reconociendo el rechazo a Cristina y tratando de re interpretar el “vamos a volver”, ubicando la discusión en el futuro y no apelando al pasado. Debería haber hecho eso hace mucho, quizá llega un poco tarde para que tenga efecto el domingo.
  3. Kicillof juega a la empatía y cercanía, contando su historia personal / familiar, saliendo del rol de economista en el que se estaba encasillando. Al igual que Alberto se propone para superar la grieta, y toma distancia de La Cámpora. Todo eso es correcto estratégicamente.
  4. El resto de los candidatos presidenciales no está aportando nada nuevo.
  5. Tal cual lo marcamos hace mucho, se nota que todas las campañas han tenido que apelar a un esquema low cost, mezcla de malaria económica y miedo por el efecto “cuadernos”. Esta austeridad quizá se aligere cuando los dos principales actores salgan a jugar el segundo tiempo para definirlo dentro de los 90 minutos, poniendo toda la carne al asador.

La sensación mayoritaria es de sabor a poco con el proceso electoral. Por el lado del mayor voto opositor porque está sufriendo horrores la situación económica. Por el lado de los que apoyan a Macri porque más que esperanza en el futuro los moviliza el miedo al pasado. Por el lado de los “No No” porque la tercera vía no tiene fuerza y se ven compelidos a optar entre “el hambre y las ganas de comer”. Por eso, el clima que decante esta semana es clave, ya que un proceso poco “entusiasmante” hace más difícil prever los efectos de las últimas jugadas.

Como he aprendido de los mejores consultores de América Latina, la gente hace balance pero vota para adelante.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)