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04.12.19

Sobrevuelan de nuevo los fantasmas

(La Nación) Así, el profesor universitario que nos prometió venir a cerrar la grieta simbólica, atravesó con su «sabelo @halconada» una línea delicada: pasó de aquel dedito sobrador frente a un contrincante, a las palabras directas contra un periodista.
Por Nicolás José Isola

(La Nación) SAN PABLO.- A propósito de una nota periodística de Hugo Alconada Mon, el presidente electo, Alberto Fernández, tuiteó: "En la Argentina que vamos a construir entre todos y todas se van a acabar los "operadores judiciales", los "operadores mediáticos" y los jueces y fiscales que "operan" para poderes mediáticos, corporativos o políticos sin impartir justicia como deben. Sabelo @halconada".

Hay dos peculiaridades en este mensaje. La primera es que el futuro presidente señala que durante su gobierno se van a acabar los operadores. Hay quienes señalan que esa capacidad en sus relaciones públicas es la que fue considerada por la futura vicepresidenta para invitarlo a ocupar la primera escena de la política nacional.

La segunda peculiaridad, parafraseando el tuit, es que a partir de diciembre, los jueces y fiscales "van a impartir justicia como deben". El presidente electo parece saber cuál es el grado de justicia que debe ser impartido. Tiembla la división de poderes.

Ese tuit intimidatorio deja serios interrogantes. Uno de ellos, ¿cómo se van a acabar esos "operadores mediáticos"? Supongamos que Alconada entre en esa categoría, ¿cómo se acaba con un periodista? ¿Se llama al dueño del medio? Quizás este verano vuelvan viejas prácticas. Aprietes vintage.

Ya hay varios mojones para interpretar que el camino del periodismo y la libertad de ideas está en la mira del futuro poder. La fórmula del "periodismo mentiroso va a desaparecer" que promulgó el excanciller Rafael Bielsa es una de ellas. Otra, la propuso Cristina Fernández de Kirchner este mismo lunes en su larga indagatoria: "Se investiga y se condena por los medios de comunicacion. Ellos solo ponen la firma". Ellos son los magistrados de Comodoro Py. Una pena que la expresidenta no homenajeara a Norberto Oyarbide; él firmaba como nadie cuando el poder le dictaba.

Se ofreció electoralmente un Alberto light y sólo aparecen sus calorías. ¿De postre? Sinceramente, Cristina no cambió.

Las palabras tejen realidades. Que el futuro Poder Ejecutivo le hable así a un periodista de investigación multipremiado debe inquietarnos.

Unas semanas atrás, Alberto Fernández le dijo a Rafael Correa: "Nos hicieron creer que existe algo llamado libertad de prensa, que significa que cuando uno promueve estos debates los está atacando. Y no, estamos discutiendo cómo funciona la prensa en la actualidad".

Que el futuro presidente quiera encarar un debate amplio sobre el rol de la prensa es loable en tiempos complejos de fakenews. Pero quizás esos ataques personales no sean el mejor martillo para romper el hielo hacia una conversación plural.

Quedó lejos aquel Alberto Fernández que en el debate del 20 de octubre dijo: "La prensa corre peligro con Macri, no conmigo".

No obstante, el futuro presidente debe ser reconocido. En política, sintetizar en una palabra muchos significantes es difícil y clave. Cuando se logra tener ese talento, el recado llega a los seguidores apasionados que lo reproducen fácilmente y lo usan como estandarte.

Así, el profesor universitario que nos prometió venir a cerrar la grieta simbólica, atravesó con su "sabelo @halconada" una línea delicada: pasó de aquel dedito sobrador frente a un contrincante, a las palabras directas contra un periodista.

Ni Alconada Mon, ni la libertad de expresión merecían esa amenaza. Es una pena. No es bueno que nos sobrevuelen de nuevo estos fantasmas.

Fuente: La Nación (Buenos Aires, Argentina)