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15.10.14

Cristina sigue cabalgando

(7 Miradas) Pese a la grave situación económica la presidenta va subiendo paso a paso en su aprobación: pasó del 42 % en junio antes del mundial, al 46 % ahora. La imagen positiva de su política económica oscila, pero la desaprobación sigue alta: 44 %. La gran mayoría sigue considerando que el país va por el mal camino (60 %).
Por Carlos Fara

(7 Miradas) La semana pasada hablamos de una CFK reloaded. Esta semana tenemos las pruebas: pese a la situación económica la presidenta va subiendo pasito a pasito en su aprobación: pasó del 42 % en junio antes del mundial, al 46 % ahora. La imagen positiva de su política económica oscila, pero la desaprobación sigue alta: 44 %. La gran mayoría sigue considerando que el país va por el mal camino (60 %). ¿Qué está pasando?

1.  Lo primero que se debe decir es que la aprobación de la gestión presidencial hace mucho que se desacopló de la consideración que hace la mayoría del electorado sobre la marcha del país.

2.  La segunda es que la gente le tiene miedo a un nuevo 2001: el 87 % considera que lo mejor que le puede pasar a la Argentina es que Cristina termine su mandato.

3.  No hay mayoritarias sospechas sobre una acción destituyente: el 63 % no cree en esa idea, aunque el 30 % sí.

4.  Tampoco tiene credibilidad la posibilidad de un atentado: el 75 % de los bonaerenses lo desechan. Solo el 17 % lo cree.

5.  Los cambios en el Banco Central no significan mucho: el 53 % no tiene una opinión formada sobre dicha movida. El 30 % piensa que significa que las cosas van a ir para mal, mientras que el 18 % para bien.

6.  Mientras todo eso ocurre, el 73 % se opone a la eliminación de los aplazos en las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires. Esta da cuenta del grado de tolerancia de la sociedad con medidas innovadoras en una temática muy sensible al sistema de valores como es la educación.

Este cuadro implica varias cosas:

  •     La sociedad no quiere amargarse más de la cuenta (aunque la retracción económica es evidente);

 

  •     Tal como lo afirmamos en esta columna hace pocas semanas, el núcleo duro no se desgasta por el deterioro económico;

 

  •     Las alternativas políticas no son lo suficientemente entusiasmantes;

 

  •     La gran mayoría quiere que CFK termine el mandato, porque intuye que detrás de una inestabilidad política su bolsillo sufrirá;

 

  •     Los fuegos artificiales de la política no le llegan al común de los mortales.


A riesgo de ser reiterativos, volvemos sobre el final de la nota de la semana pasada: “no es tiempo de hablarle demasiado al electorado. Es tiempo de tener paciencia”. Hay demasiadas fichas en el aire.

Fuente: (7 Miradas Buenos Aires, Argentina)