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18.05.17

¿Corrientes inédita?

(7 Miradas) Corrientes podría estar dando un paso inédito en su historia democrática. Esto nos habla de los cambios culturales que van madurando a largo plazo: nuevas generaciones vienen con otra matriz y otras demandas. Por eso se debe ser cuidadoso con dar por sentados factores sociológicos que en algún momento entran en un punto de inflexión.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) La Argentina tiene 2 elecciones a gobernador este año: Corrientes y Santiago del Estero. Si bien los triunfos no existen antes de que se cuenten todos los votos, lo cierto es que –hasta el momento- habría 2 tendencias contrapuestas: la provincia del centro iría por la continuidad de la familia Zamora, pero la mesopotámica se podría dar una sorpresa.

Desde 1946 solo una vez ganó el peronismo en Corrientes: en 1973 de la mano de Julio Romero –alias Cho Julio- padre del ex ministro de defensa de Menem, Humberto. Es curioso que ni con Perón con todo el poder se haya podido quebrar la tradición en una provincia que estuvo varias veces gobernada por un pacto de 2 partidos del siglo XIX. Eso habla mucho de la matriz cultural y productiva.

Sin embargo, en el mundo contemporáneo si algo hay de interesante es que todas las tradiciones humanas están expuestas a la ruptura, más tarde o más temprano. En este caso, un justicialista podría volver a ganar en esa provincia por primera vez desde 1983 y por segunda desde la aparición del peronismo.

Pero esta vez no de la mano de un caudillo local, sino mediante la vía de alguien que no abrazó a la política como primera vocación y que también viene del mundo del deporte. Al estilo de Scioli y Reutemann.

Ese personaje se llama “Camau” (Carlos Mauricio) Espínola, intendente de la capital provincial de 2009 a 2013 y actual senador nacional. Perdió la gobernación frente al actual mandatario por algunos miles de votos 4 años atrás, y ahora va por la revancha.

Qué lo hizo famoso? Es el primer deportista argentino en ganar 4 medallas olímpicas en toda la historia, en una categoría –yathting- poco popular para el gusto argentino. De ahí saltó a la política por vocación animado por el ex gobernador bonaerense.

Por qué puede ganar un peronista luego de 34 años de democracia, y en una era de 16 años comandada por el apellido Colombi? Como decíamos, las cosas ya no son para siempre. Más del 60 % demanda que el próximo gobernador haga cosas distintas a las que hace el actual mandatario. Los estudios indican que la mayoría busca un liderazgo distinto, menos caudillo tradicional con lógica verticalista, y más un personaje cercano, abierto, horizontal, dialoguista y que escuche.

A esto se suma una preocupación particular sobre los temas de inseguridad y narcotráfico, en donde el gobierno provincial registra sus peores rendimientos. El caso del intendente de Itatí hace pensar que después de 3 mandatos de Colombi hay algo muy descontrolado, aunque no se piense que hay connivencia personal.

“Ricardo” –como le dicen popularmente al gobernador- aún no ha fijado fecha de elección (la cual no debe coincidir con una elección nacional), y tampoco ha decidido quién es su candidato (señal de que ninguna de sus opciones luce suficientemente competitiva).

Esto genera todo tipo de especulaciones y ansiedades, al punto que su vicegobernador le ha pedido definirlo en un proceso de interna, al cual Colombi se niega. Resultado: su compañero de fórmula está haciendo las valijas para montar su propio campamento. Y como si esto fuera poco, el próximo 4 de junio hay elección para intendente en la capital provincial, en donde se avizora un cómodo triunfo del actual jefe comunal Fabián Ríos, peronista, que apoya la candidatura de Camau.

Corrientes podría estar dando un paso inédito en su historia democrática. Esto nos habla de los cambios culturales que van madurando a largo plazo: nuevas generaciones vienen con otra matriz y otras demandas. Por eso se debe ser cuidadoso con dar por sentados factores sociológicos que en algún momento entran en un punto de inflexión.

Como cantaba Vox Dei: “todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina…”.

 

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)