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28.05.18

Colombia: Derecha e Izquierda van a segunda vuelta

Duque triunfó en 23 regiones ubicadas en el centro del país, en tanto Petro lo hizo en nueve de las regiones periféricas, mayoritariamente en la costa, las más empobrecidas. Fajardo obtuvo el 23,74%, unos 300 mil votos menos que Petro, y ganó en Bogotá. El 17 de junio Duque y Petro competirán por la presidencia en la segunda vuelta electoral.
Por Hugo Machín Fajardo

La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia muestra cambios en el electorado que no se traducen de la misma manera en la conducción política.

Veamos por qué. El derechista Iván Duque (41), obtuvo un 39,13% de los votos en la primera vuelta del domingo 27 de mayo, superando al izquierdista Gustavo Petro (58), que alcanzó un 25,09 % equivalente a casi cinco millones de votos, una cifra impensada para un país en el que tradicionalmente ha gobernado la derecha, salvo en la capital Bogotá donde ya han ganado candidatos de izquierda. Ese es un primer dato del nuevo electorado.

Duque triunfó en 23 regiones ubicadas en el centro del país, en tanto Petro lo hizo en nueve de las regiones periféricas, mayoritariamente en la costa, las más empobrecidas.

El electorado centro izquierdista de Sergio Fajardo, fue de 23,74%, unos 300 mil votos menos que Petro. Fajardo ganó en Bogotá, superando en 200 mil votos a Petro, quien fuera alcalde bogotano durante el periodo 2013 - 2015 y esta vez consiguió un millón de votos. El dato significativo se complementa con el de que Bogotá llegó al 60% de participación electoral en un promedio nacional del 53,36%. En las elecciones de 2014 el porcentaje de abstención fue del 60,07%, por lo que este domingo Colombia ganó en participación ciudadana, superando incluso a Chile donde en la primera vuelta la abstención fue del 54%.

En esta primera vuelta de un padrón electoral de 36.783.940 personas habilitadas, votaron 19. 617.593.

El segundo dato sobre el cambio en el electorado colombiano es la votación de Fajardo. Obtuvo el voto urbano, culto, razonado, fuera de las maquinarias partidarias, capaz de discernir entre las promesas electorales menos demagógica, respaldadas por su gestión como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, el departamento más conservador de Colombia. Sin perjuicio de que Fajardo también tiene sus críticos, especialmente en Antioquia, captó el voto de la clase media colombiana que se expresó con contundencia.

Ese electorado será el que decida el futuro presidente de Colombia el 17 de junio en la segunda vuelta. Sumado al de Petro, y al exiguo 2,06% del liberal Humberto de la Lacalle, llega al 50.76%, casi cuatro puntos más que la suma de Duque y Vargas Lleras, 46,38, pero sabido es que electorado y matemáticas no se llevan siempre bien.

En primer lugar, Fajardo no definió en la noche del domingo y no hay certeza de que lo haga, el apoyo a uno u otro de los dos que quedaron para la segunda vuelta. Diferente será su electorado compuesto por centroizquierda, verdes, centristas, y en general electores que tomaron distancia de la propuesta polarizada que significan Duque y Petro. No es sencillo discernir hoy a quién apoyarán el 17 de junio, ni el eventual porcentaje de abstención.

¿Por qué no pasó Fajardo a segunda vuelta? Por el ego. ¿De quién? De todos y de cada uno de aquellos cuyos electorados, sin ser iguales, tienen franjas tangentes. Petro ni se propuso aliarse resignando la candidatura detrás de la de Fajardo, ni siquiera ante la evidencia de que solamente contaría con cuatro senadores propios –en un total de 108 - en caso de ser el Presidente de Colombia. Prefirió proponer una Asamblea Constituyente que, a su juicio, cambiaría las reglas de juego que le permitirían gobernar. Un senador de su sector, “Colombia Humana”, Gustavo Bolívar, lo explicitó inmediatamente después de las elecciones legislativas: “La izquierda no comparte poder, la derecha sí lo hace”. Definición exacta del pensamiento hegemónico.

De la Calle, ex vicepresidente de la Republica durante el periodo 1994 - 1998 del presidente liberal Ernesto Samper, fue alguien clave para llegar al acuerdo de paz con las ex Farc, y en explicarlo a la ciudadanía como para obtener un 49,78% de los votos, equivalente a 6.377. 482 votos, en el plebiscito de octubre de 2016, en que perdió por un 0.43% Intentó una alianza con Fajardo pero no hubo acuerdo. En la noche del domingo 27, De la Calle, con apenas 399.088 votos obtenidos, expresó su admiración por Fajardo, pero también se lamentó de que no hubieran llegado a un acuerdo. Muy cierto, pues los números dicen claramente que esos votos liberales eran los que a Fajardo le hubieran permitido superar a Petro y entonces sí abrir una real opción presidencial hacia el 17 de junio al ser dos contendores no radicalmente enfrentados como ahora quedan derecha e izquierda.

La polarización, enemiga del razonamiento, sigue favoreciendo a Duque.

El tercer dato sobre comportamientos electorales y dirigentes partidarios es el de que las maquinarias partidarias funcionan muy bien para elecciones legislativas, pero no repiten performance en las presidenciales. Eso explica el fracaso de Vargas Lleras, que obtuvo 14 senadores en marzo y pese a haber concertado acuerdos con el Partido de la U (del presidente Juan M. Santos) y el Partido Conservador, ambas colectividades sin candidatos presidenciales propios, alcanzó un magro 7% de los votos el domingo 27.

Ahora es necesario saber que quien sea electo presidente en junio deberá negociar su administración con un congreso mayoritariamente de centro derecha, pero con contrapesos que provendrán de las bancadas de Fajardo, Petro, ex Farc y, eventualmente, algunos senadores del Partido Liberal. Y deberá tener en cuenta un estudio de la empresa encuestadora Cifras y Conceptos que documenta que en los últimos diez años el escenario político colombiano se ha desplazado levemente desde la extrema derecha y derecha hacia el centro.

Ocurre que el 11 de marzo hubo elecciones legislativas y quedó diseñada la correlación de fuerzas en el Congreso. De un total de 108 legisladores, el Partido Centro Democrático cuenta con el mayor número de senadores, 19; seguido del Partido Cambio Radical, 16; Partido Conservador, 15; Partido Liberal, 14; Partido de la Unidad (Santos) 14; Partido Alianza Verde, 10; Partido Polo Democrático 5; Coalición Lista de la Decencia (Petro) 4, y la ex guerrilla de las Farc con los cinco senadores asignados en el acuerdo de paz. Un Senado mayoritariamente de derecha y una Cámara de Representantes en la que los liberales obtuvieron el 11 de marzo la mayor cantidad de escaños, 49, seguidos del Centro Democrático con 32 bancas, en 172 integrantes.

Hacia la segunda vuelta, Duque, con sus 7 millones y casi 600 mil votos, y Petro, a significativa distancia, intentarán convencer al resto del electorado, donde hay 13 millones de jóvenes entre 18 y 24 años, pero debe tenerse en cuenta un dato clave: solo 4 de cada 10 encuestados de este rango etario, acuden a las urnas según sondeos realizados previamente al domingo 27.