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16.08.18

Argentina en la delgada línea roja

(Global Americans) El actual contexto político es una oportunidad para implementar reformas que fortalezcan la transparencia, la división e independencia de poderes y el buen gobierno que tanto urgen para dar un respiro a la Argentina.
Por Gabriel C. Salvia

(Global Americans) Como documentamos hace casi un año, en un contexto económico poco favorable, la alianza que responde al presidente Mauricio Macri obtuvo un contundente triunfo en las elecciones legislativas de medio término realizadas a fines de octubre de 2017, lo cual llevó a pronosticar su casi segura reelección en 2019.

Sin embargo, la economía no logra despegar en este 2018 y el gobierno de Macri parece quedarse sin respuestas y lejos de lograr una reactivación.  Por este motivo—y a la espera de un repunte de la economía de aquí a las elecciones presidenciales del 2019—algunas voces consideran que el principal motivo por el cual el presidente Macri favoreció la discusión de una ley que habría de despenalizar el aborto fue para ayudar a distraer la atención de los temas económicos.

Ciertamente la discusión por la ley de interrupción voluntaria del embarazo generó un acalorado y necesario debate, concentrando la atención de la opinión pública en la Argentina durante los últimos meses y colocando el tema en otros foros de discusión en América Latina. El proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados, pero luego fue rechazado por el Senado. En la sesión de cada cámara, la Plaza ubicada frente al Congreso de la Nación se dividió en dos, teniendo en cada lado una multitud, una a favor y otra en contra. Y lo más interesante fue que por primera vez algunos oficialistas y opositores coincidieron, unos apoyando el proyecto y otros rechazándolo, lo cual produjo una grieta interna en el macrismo.

Y justo cuando el debate sobre la despenalización del aborto estaba por tratarse en la cámara alta, estalló una denuncia de corrupción que tuvo lugar durante el kirchnerismo. Un ex chofer de un funcionario que trabajaba con el Ministro más cercano al matrimonio Kirchner, llevaba un registro de sus viajes en unos cuadernos incluyendo los pagos de supuestas coimas de obra pública, detallando reuniones, nombres e incluso lugares donde se entregaron bolsos con dinero.

Los famosos “cuadernos” fueron entregados a un periodista del diario La Nación, y luego de la difusión de su contenido comenzó a actuar la Justicia realizando detenciones. Al mismo tiempo ex funcionarios y empresarios se presentaron ante las autoridades confesando sus delitos para obtener el beneficio de la “delación premiada”. La última en presentarse ante la Justicia fue la ex presidente y actual Senadora Nacional Cristina Kirchner, quien recusó al juez, descalificó al periodista y denunció persecución política.

De comprobarse la acusación de asociación ilícita, la cabeza de la misma apunta al matrimonio  Kirchner, aunque Nestor Kirchner falleció en 2010. Un hecho es incontrastable: Cristina Kirchner no puede justificar su patrimonio. Y la mejor prueba la dio ella misma ante una pregunta sobre su incremento patriomnial, formulada por una estudiante en la Universidad de Harvard a fines de septiembre del 2012. Cristina Kirchner afirmó que su fortuna la obtuvo como abogada, una profesión que nunca ejerció.

Por otro lado, varios analistas sostienen que a Macri no le conviene que Cristina Kirchner termine presa, pues se convertiría en una víctima en paralelo a Lula en Brasil. Sin embargo, y aunque poco creíble por su papel en los gobiernos de Menem y los Kirchner, la Justicia es un poder independiente.

Cómo terminará el “cuadernos gate” nadie lo sabe y ya se hacen comparaciones con el Lava Jato de Brasil y el Mani Pulite de Italia. En principio puede pensarse que al gobierno de Macri lo favorecerá, pero al afectar la ejecución de proyectos de obra pública tendría impacto negativo en la economía y por ende incidiría en las elecciones presidenciales del año próximo. A su vez, un primo hermano de Macri que heredó el negocio de obra pública de la familia es uno de los empresarios arrepentidos en haber entregado coimas a funcionarios kirchneristas. Y no hay que olvidar que el padre del actual presidente, Franco Macri, es una figura emblemática como histórico contratista del estado.

A un año de las primarias es difícil predecir si finalmente Macri o un candidato o candidata de su partido podrá triunfar y así brindar continuidad a las esperanzas de cambio que un poco más de la mitad de la sociedad argentina depositó en 2015. En cualquier caso, el actual contexto político es una oportunidad para implementar reformas que fortalezcan la transparencia, la división e independencia de poderes y el buen gobierno que tanto urgen para dar un respiro a la Argentina.

Fuente: (Global Americans, Estados Unidos)