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19.10.12

El diálogo entre el gobierno colombiano y las FARC

(Análisis Latino) El ex vicepresidente de Colombia y experimentado político Humberto de la Calle, aclaró que si las FARC entienden que Colombia debe cambiar su modelo económico y social, deberán abandonar las armas, incorporarse a la vida democrática, participar de las elecciones y, si obtienen las mayorías necesarias, impulsar los cambios reclamados en el discurso insurgente.
Por Hugo Machín Fajardo

(Análisis Latino) El inicio de las conversaciones de paz en Oslo, Noruega, entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el jueves 18 de octubre, mostró importantes diferencias sobre el objetivo final; generó un escenario discursivo previsible, pero que no significa un apartamiento de la agenda acordada en los contactos y reuniones mantenidos durante varios meses entre ambas partes para iniciar la denominada Fase I del proceso de paz, según el gobierno colombiano.

La administración de Juan Manuel Santos y el Secretariado de las Farc, en sus contactos, desarrollados en Cuba y otros sitios desconocidos hasta ahora, negociaron una agenda de cinco puntos a discutir en la mesa que busca la paz:

1.- Desarrollo agrario,

2.- Participación política de las Farc

3.- Fin del conflicto

4.- Drogas ilícitas

5.- Víctimas

Cada ítem es un capitulo extenso, difícil e imprevisible en sí mismo, cuya complejidad se anuncia multiplicada por la retorica de las FARC -que ante la presencia de medios periodísticos internacionales en la capital noruega- historiaron sus propuestas sociales y políticas para Colombia, donde desarrollan una presencia que data de 1964.

El ocho de junio del 64 comenzaron las operaciones del ejército colombiano sobre Marquetalia en el departamento de Caldas -ubicado al noroeste del país, a 239 kilómetros de Bogotá, por vía aérea- una de las “republicas independientes” organizadas en esa época por los comunistas en regiones de concentración campesina que habían sido negociadas con el liberal Alberto Lleras Camargo (1906- 1990) dos veces presidente de Colombia.

Según el ejército “el bandolero denominado Tirofijo” - Pedro A. Marín o Manuel Marulanda (1930-2008)- tenía más de mil hombres en pie de guerra, que en realidad eran cuarenta y que habían formado las Farc.

Desde entonces y durante el medio siglo siguiente, las Farc han estado en guerra contra diferentes gobiernos, sin perjuicio de diferentes intentos de negociación durante los gobiernos de Belisario Bentancur (1982- 19869; César Gaviria (1990- 1994) y  Andrés Pastrana (1998 -2002).

El comunicado conjunto dado a conocer el jueves 18 por los negociadores de ambas partes no emplea el término “negociación”, sino el de “dialogo” para definir el inicio de esta fase que tendrá su segunda instancia el 5 de noviembre en La Habana, Cuba.

Iván Márquez, jefe de la delegación de las Farc, rechazó, en conferencia de prensa, el modelo económico de Colombia particularizando sus cuestionamientos en lo que llamó el despojo de tierras; la mega minería, la presencia de multinacionales -nombrando a algunas como Pacific Rubiales- y acusó de paramilitarismo al zar esmeraldero Víctor Carranza.

“La desposesión de ocho millones de hectáreas arrebatadas a sangre y fuego a través de paramilitares (cometiéndose) crímenes de lesa humanidad, acentuados durante los ocho años del gobierno de (Álvaro) Uribe todos ellos componentes del terrorismo de Estado en Colombia”, dijo Márquez, a quien numerosas fuentes colombianas le adjudican residir en Venezuela.

Respuesta gubernamental

En el caso de los representantes del gobierno colombiano el vocero fue el ex vicepresidente de la República y experimentado político Humberto de la Calle.

De la Calle, también en conferencia de prensa, replicó que lo acordado para esta fase de diálogos eran los cinco puntos ya mencionados y que a esa agenda debían ceñirse las conversaciones.

Agregó que si las Farc entienden que Colombia debe cambiar su modelo económico y social; deberán abandonar las armas, incorporarse a la vida democrática, participar de las elecciones y, si obtienen las mayorías necesarias, impulsar los cambios reclamados en el discurso insurgente.

Si bien el 77% de una muestra de 12.000 encuestados en la primera semana de octubre, está de acuerdo con el dialogo de paz, el 72% rechaza la posibilidad de que los dirigentes de las Farc se presenten a elecciones y un 9% aprueba a alias “Timochenko” principal dirigente de las Farc. Los datos pertenecen a la encuesta encargada a la firma Napoleón Franco por el grupo RCN y la revista Semana.

También son negociadores gubernamentales directos Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz; Frank Pearl, titular de este cargo en la administración Uribe; Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, y los generales en retiro Jorge Enrique Mora, del Ejército, y Óscar Naranjo, de la Policía.

Los plenipotenciarios de las Farc, además de Marquez, son Marco León Calarcá, de la Comisión Internacional; Andrés París, y Ricardo Granda, también en labores internacionales.

“Los negociadores están entre los 50 y los 60 años y son la generación urbana y universitaria de las FARC, casi todos provenientes de las filas de la Juventud Comunista de los años 80. El único histórico es el llamado sargento Pascuas, fundador de esta guerrilla junto a 'Tirofijo'”, consignó la revista Semana

Miguel Ángel Pascuas, septuagenario, por quien EEUU ofrece una recompensa de 2 millones 500 mil dólares, participó en La Habana de las preparaciones del dialogo de Oslo.

Las Farc insisten en que alias “Simón Trinidad”, 62, quien desde 2004 cumple condena de 60 años en EEUU por cargos vinculados al secuestro de tres norteamericanos y tráfico de drogas, debe estar en la mesa de negociación.

Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, así se llama “Simón Trinidad”, que posee un posgrado en finanzas de Harvard, fue capturado en Quito, Ecuador, en enero de 2004, y extraditado a Colombia.

Márquez pidió en la mañana del jueves que el gobierno colombiano logre la colaboración del gobierno de EEUU para que “Simón Trinidad” pueda participar de los diálogos, así sea mediante videoconferencia, modalidad que se ha hecho habitual en Colombia desde que ex jefes del paramilitarismo extraditados a EEUU por el delito de narcotráfico, así como también capos de carteles de la droga, responden mediante esa tecnología a interrogatorios de la justicia colombiana.

El presidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura de Colombia, Néstor Raúl Correa aseguró en la jornada que el alto tribunal tiene la plataforma y la experiencia suficiente para garantizar la participación del extraditado guerrillero en el proceso de paz.

EEUU apoya

Roberta Jacobson, secretaria adjunta para asuntos del hemisferio Occidental del gobierno estadounidense, dijo que Estados Unidos apoya “firmemente” el proceso llevado adelante en Oslo y “quiere ser parte de la solución de los problemas sociales” de ese país.

Jacobson se refirió al tema durante un encuentro con la prensa extrajera en Washington y agregó que respecto a la demanda de las Farc sobre Trinidad “tendría que ser un tema de discusión con el Gobierno de Colombia en la medida que esto avance”.

La funcionaria de Washington dijo que EEUU aceptó la decisión adoptada por el presidente Santos de incorporar a Cuba y Venezuela al diálogo con las Farc y que es “bueno” que haya otros países que puedan ayudar en ese proceso.

Noruega hasta el presente se ha limitado a facilitar el diálogo sin actuar como país mediador.

El 5 de noviembre en La Habana se ajustarían aspectos logísticos para la reunión del 15 de noviembre. Si la discusión de los cinco puntos de agenda es fructífera, se pasaría a una nueva fase de consolidación del proceso de paz, que por ahora, no prevé un cese del fuego, algo solicitado por las Farc.

Ya se sabe que no será un tránsito fácil ni rápido.  Las Farc varias veces dijeron que tienen interés en buscar la paz, pero también señalaron en que “la paz exprés no existe”. Según cifras oficiales, las Farc se han ido debilitando paulatinamente y en diez años pasaron de tener 30.000 combatientes a 9.000.

La tierra

El primer punto a tratar será el tema agrario. Fue el aspecto más abordado por las Farc y el 80% de la intervención de Márquez estuvo dedicado a la distribución de la tierra en el país.

En un ataque directo a una de las banderas de la administración Santos, la Ley de Tierras, dijo que el gobierno está trampeando, porque dejaría a los campesinos “en manos de las compañías transnacionales y regresaría [a esos territorios] la oligárquica capitalista y financiera”.

El presidente Santos ha dicho al inició del trámite legislativo del texto legal, que "son más de dos millones de hectáreas que han sido en cierta forma incautadas por el Estado, que se les ha quitado a los grupos ilegales que han desplazado poblaciones. Va a ser un proceso con mucha dificultad administrativa, pero con una gran justicia, precisamente para sanar estas cicatrices".

Este año se han identificado y empezado a reparar 56.000 víctimas, según Paula Gaviria, de la Unidad de Víctimas. Y se han entregado 1 millón 300 mil solicitudes de restitución que serán estudiadas.

El proceso iniciado el jueves en Noruega es seguido con expectativa en Latinoamérica, Estados Unidos y algunos países europeos. Así lo reflejan diferentes periódicos que han informado u opinado sobre la primera jornada de negociaciones.

The NewYork Times tituló: “Colombia intenta nuevamente poner fin a la guerra de las drogas”; El País de Madrid: “Colombia ofrece un futuro político a las FARC en el arranque del dialogo”; The Wall Street Journal, destacó las críticas formuladas por las Farc a las empresas mineras y petroleras que operan en Colombia. En esa línea informó The Washington Post que consignó la”crítica feroz” de las Farc a la economía colombiana; Le Monde, informó que “se ponen en marcha las negociaciones”. O Globo de Rio de Janeiro, informó: “Gobierno y rebeldes de Colombia inician conversaciones de paz en Oslo” y Ámbito Financiero, de Buenos Aires: “Gobierno colombiano y las Farc muestran diferencia en inicio de negociaciones”.