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02.10.18

Hermenegildo «Menchi» Sábat (1933 – 2018): Maestro de periodismo

Sábat tuvo numerosos reconocimientos en su vida profesional. Desde su incorporación a Clarín, fue el caricaturista principal. Recibió el premio Moors Cabot de la Universidad de Columbia por sus dibujos durante la dictadura militar; el Konex de Brillante en 2017, por su trayectoria. Desde 1997 era ciudadano ilustre de Buenos Aires y, años después, Montevideo le confirió el mismo título.
Por Hugo Machín Fajardo

"¿Me la puedo quedar?", preguntó Alfredo Zitarrosa tras su carcajada provocada por la caricatura que Menchi Sábat acababa de hacerle una noche de 1977. Esa risa que rompió meses de tristeza exiliada, alegró más aun la cena que Sábat y familia compartían en el domicilio español del escritor uruguayo Enrique Estrázulas.

Claro, fue la respuesta del periodista fallecido a sus 85 años el pasado martes 2 de octubre.

Reconocido como un maestro de la caricatura, el dibujo y la pintura, Hermenegildo Sábat –llevaba el nombre de su abuelo, fundador en 1901 del periódico montevideano "La Fusta", y a quien Menchi le debía su vocación:  primero fue periodista y a los 32 años se desempeñaba como secretario de redacción en el decano de la prensa uruguaya, El País, de Montevideo, antes de consagrarse como uno de los mejores dibujantes crítico de su circunstancia. Hijo del escritor uruguayo Juan Carlos Sabat Pebet, continuó y dio brillo a esa zaga culta.

En 1965 cruzó el charco y, como tantos otros uruguayos, multiplicó la llegada de su talento al mundo desde las páginas del diario argentino de mayor tiraje: Clarín, donde trabajó a partir de 1973.

Sábat dio clases de periodismo hasta la tarde previa a su muerte. Lo hizo con sus caricaturas, que fueron durante 53 años su forma de cuestionar y cuestionarse la realidad circundante. Cuando recibió de manos de Gabriel García Márquez el Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI, sintetizó su forma de encarar la labor profesional en un discurso ofrecido en agosto de 2005 en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. "La prensa otorga prestigios bien habidos, dudosos, defendibles e impresentables", admite en esa pieza que forma parte de la memoria periodística rioplatense.

Luego de esa advertencia, Sábat describe diferentes géneros periodísticos y reclama por "la ética, fuente de la vida humana, que no es citada en los manuales de estilo de muchos medios, lo que conduce a recordarla como alguna oscura lengua muerta". Y agrega: "Quienes luchan por su vigencia, arriesgan distanciamientos, acusaciones, difamaciones, la cárcel y hasta la muerte".

"El rango de periodista es muy elástico e incluye a quien crea, arriesga y hasta entrega su vida, como al simple relator, interesado en entretener individuos sin vida propia", recuerda Sábat y menciona a dos grandes de la prensa rioplatense: "Homero Alsina Thevenet sugiere eliminar el Yo, el Nosotros, los signos de interrogación y admiración y los puntos suspensivos". Tomás Eloy Martínez recomienda: "En cada línea un dato, en cada párrafo una idea". Y recuerda que siempre "El dueño de la prosa, o de los dibujos, es, y seguirá siendo, el lector (…) El olvido de esta no tan elemental premisa genera facilismos irresponsables y somete a la profesión hasta transformarla en rehén de aventureros, tiranos y asesinos", advierte Sábat en ese discurso, en el que también repasa los oscuros años de la dictadura argentina (1976-1983), y las dificultades de entonces para ejercer la profesión.

"Sábat es un genio y un maestro", dijo el caricaturista brasileño Paulo Caruso en 2013, cuando Clarín inició su edición en portugués y el primer dibujo de Menchi fue el de dos artistas emblemáticos en los dos países, Carlos Gardel y João Gilberto, con un título bien ‘sabatiano’: . El obituario publicado el martes 2 en la edición portuguesa es elocuente y allí se repasa la colaboración de Sábat en el semanario brasileño antidictatorial Opinião que circuló entre 1972 y 1977, donde Sábat colaboró; se incluyen datos sobre libros acerca del periodista fallecido publicados en Brasil, o respecto a su obra exhibida en el Museo de Arte Moderno (MAM) de Rio en 1997.

En Colombia, el caricaturista más importante del país, Vladdo, dedicó su columna semanal de El Tiempo de Bogotá, a Sábat, con el título "Adiós a un hombre entrañable", en la que destaca que "aparte de dibujar y pintar como los dioses, Sábat cultivaba la escritura y la música", esto último en referencia al gusto de Sábat por el jazz y sus interpretaciones en clarinete. Sábat fue invitado al festival organizado en 2006 en Bogotá por la revista El Malpensante.

En 2011, cuando los gobiernos de Argentina y Uruguay forzaron fechas históricas para que los 200 años de la independencia calzaran en las fechas de los gobiernos de Cristina Kirchner y José "Pepe" Mujica, Sábat expuso en su Montevideo natal, ciudad en la que frecuentemente exhibía su obra, la muestra "Héroes de la dependencia", titulo sarcástico si lo hay, pero que inocultablemente formaba parte de la cosmovisión de Sábat. El crítico uruguayo Jorge Abbondanza resaltó entonces la faceta pictórica quizás menos difundida del periodista : "esa fauna sintetiza lo que Sábat ha plasmado durante décadas en sus dibujos de los diarios, es decir la incisiva distorsión de fisonomías para jugar con la intención que las desfigura", escribió en su columna de El País y específicamente sobre el estilo del pintor convocaba a "disfrutar la modalidad guiada por una energía muy libre, que es el instrumento de lenguaje con que vuelca sus trazos y resuelve sus imágenes, a menudo robustecidas por una paleta de radiante cromatismo, una generosa textura y una mano enormemente suelta para elaborar cada silueta sobre pinceladas".

En mayo de 2013 fue inaugurado en Buenos Aires el monumento al primer diputado socialista de Latinoamérica, Alfredo Palacios, con base a un diseño de Sábat. El monumento de 2,7 de altura, que pesa 2,5 toneladas en bronce, está ubicado en la Plaza de los dos Congresos, frente a la sede del Poder Legislativo argentino.

Sábat tuvo numerosos reconocimientos en su vida profesional. Desde su incorporación a Clarín, fue el caricaturista principal. Recibió el premio Moors Cabot de la Universidad de Columbia por sus dibujos durante la dictadura militar; el Konex de Brillante en 2017, por su trayectoria. Desde 1997 era ciudadano ilustre de Buenos Aires y, años después, Montevideo le confirió el mismo título. Fue Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República de Uruguay.

"El periodismo argentino y latinoamericano está de duelo. Menchi merece un sitio importante y definitivo en el olimpo del periodismo", dijo Ricardo Kirschbaum, secretario general de Clarín, en diálogo con radio Mitre.