Artículos

08.02.19

¿Derecho internacional humanitario o autodeterminación?

Benito Juárez, a quien invoca el presidente de México, AMLO, para justificar su neutralidad, decía hace dos siglos que «el respeto al derecho ajeno es la paz». Cabe preguntarse. ¿Y qué hacer cuando ese derecho ajeno se trasforma en el irrespeto absoluto de los derechos de la mayoría ciudadana? ¿Qué es lo que se está respetando para obtener la paz?
Por Hugo Machín Fajardo

Usted no es un cientista político latinoamericano de izquierda. Ud. es uno de los 1.283 pacientes renales venezolanos a quién desde el 30 de enero se le suspendió la diálisis y su vida está en riesgo, obvio. Vive en el estado de Lara, donde hay 480 ciudadanos en sus mismas condiciones. O en el de Aragua, donde son 368 los venezolanos que tampoco tienen diálisis.

Usted es la madre de un pequeño con Retardo en el crecimiento en talla (RCT) y desnutrición crónica, dos problemas que se presentan en 33% de los niños pobres venezolanos de entre 0 y 2 años de edad, en violación al derecho a la alimentación, como ha publicado este enero el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), la Fundación Bengoa y la Red Agroalimentaria de Venezuela.

Cambiemos el escenario. Uusted es uno de los 800 secuestrados –según la ONG Provea- por paramilitares enmascarados, entre el 23 de enero y la fecha de hoy. Usted no sabe quiénes lo fueron a capturar a su casa en la madrugada, le colocaron una capucha, le esposaron sus manos a la espalda, y lo tiraron en la parte trasera de un vehículo particular, que se desplaza sin placas. Usted lo único que ha escuchado desde entonces son insultos, amenazas y ha recibido golpes. Ahora Usted está colgado, suspendido en el aire. Pende de cuerdas o cables, no puede saberlo, que supone pasan por una polea, cuyos extremos están atados a sus muñecas. La otra punta de esas cuerdas son las que ellos jalan a voluntad. Usted siente que se le desgarran los hombros. Toma conciencia de que tiene, músculos, tendones, que nunca antes habían dolido y que ahora duelen tanto… en tantas partes que antes nunca habían dolido... Usted es uno de los torturados por los esbirros de Nicolás Maduro.  Usted escucha gritos, quejas, por momentos, una música estridente, amenazas en un tono que no es venezolano. Usted se convence de que en alguna parte de ese horrendo sitio están violando a una mujer. Escucha sus quejidos. Se pregunta si no será el asesinado número 41 de este 2019 en Venezuela. Ellos se lo prometen.

Ahora Usted es otro. Cumple hoy veintidós meses haber enterrado a su hijo Jairo Ortíz, 19, muerto por un disparo de arma de fuego producido en una manifestación de Carrizal, estado de Miranda. Usted sabe que a su hijo lo mató un disparo de arma de fuego como tantas otros asesinados por la represión de la Policía Nacional Bolivariana.

Ahora Usted es un politólogo latinoamericano que ha hecho posgrados en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), de pronto es uruguayo, argentino, brasileño, mexicano... Está convencido de que a Lula lo han procesado en seis causas diferentes -en dos ya tiene condena, la segunda por 12 años y 11 meses fue el miércoles 6 de febrero- como pieza de esa gran conjura imperialista diseñada para impedir un proceso liberador latinoamericano.

Usted es docente de Ciencia Política y sostiene en sus clases que las 14 causas penales contra Cristina Fernández de Kirchner son fruto de intereses partidarios opositores a la Patria Grande. 

Entiende que María Gabriela, hija de Hugo Chávez, es la mujer más rica de Latinoamérica gracias a los 4.197.000.000 de dólares que posee en sus cuentas de Andorra y Estados Unidos; que los siete millones de dólares confiscados por la justicia argentina a Florencia Kirchner; o que los sobrinos de la esposa de Maduro, juzgados y procesados en EEUU por narcotraficantes, son fenómenos ajenos a la corrupción obscena de los gobernantes de izquierda.

Entonces, Usted analiza, con muchos elementos teóricos e históricos que se remontan a la Doctrina Monroe de 1823, la posibilidad de que Venezuela sea el escenario de una invasión imperialista contra la cual deben alzarse los pueblos latinoamericanos. Usted enseña eso a sus alumnos de grado.

Usted es un referente político latinoamericano, y luego de años de haber apoyado a Maduro pese a conocer de primera mano las violaciones a los derechos humanos de ese régimen autocrático sabe de la ausencia de controles para el manejo de la riqueza petrolera, aurífera, de coltan. Usted es consciente de que ese régimen obligó a millones de ciudadanos al exilio económico y político. De que el país caribeño vive desde hace meses una crisis humanitaria. Pero recién ahora Usted se “raja” las vestiduras, dijera Menchi Sábat, porque Donald Trump va a generar muerte y destrucción.  

Usted es uno de los gobernantes, o principal dirigente opositor de su país, y durante años permaneció indiferente a la destrucción total de Venezuela, pero cuando Trump encabezó el acorralamiento a Maduro, solamente entonces, le gana un súbito fervor dialoguista y convoca a encuentros internacionales de conciliación que están muertos antes de nacer.

Usted, si ha leído hasta aquí, piensa que algo no es coherente en todo esto. Y tiene razón. Un Presidente que a toda costa quiere construir un muro fronterizo y que ha llamado “hoyos de mierda” a países como El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y otras naciones africanas incluidos en el “estatus de protección temporal” (TPS, por sus siglas en inglés), no parece ser el más recomendable para ocuparse de los asuntos latinoamericanos.

¿Sabe qué? Nadie puede aportarle certezas sobre qué hacer en Venezuela. Porque hoy está en juego no solo Venezuela, sino también Cuba, Nicaragua y discernir algo no es simple: si el Derecho Internacional Humanitario (DIH) prima sobre el respeto a la autodeterminación de los pueblos, o viceversa. Benito Juárez, a quien invoca el presidente de México, AMLO, para justificar su neutralidad, decía hace dos siglos que "el respeto al derecho ajeno es la paz". Cabe preguntarse. ¿Y qué hacer cuando ese derecho ajeno se trasforma en el irrespeto absoluto de los derechos de la mayoría ciudadana? ¿Qué es lo que se está respetando para obtener la paz?  

El proceso del verdadero golpe de Estado en Venezuela está detallado por Andrés Cañizalez. Y un Estado tiene obligaciones para con la comunidad internacional en su conjunto y esas normas son aplicables a todos los Estados y todos los Estados tienen un interés jurídico en protegerlas. En consecuencia, todo Estado podría invocar la responsabilidad del Estado que vulnere esas nomas. Esa es la teoría.

La Realpolitic, o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas, es la que define en estas horas el futuro inmediato de Venezuela.

Estados Unidos importaba un 31% de los hidrocarburos venezolanos, más un 10% que suman Europa y otros. Eso ya lo perdió el régimen con las medidas anunciadas por la Casa Blanca que suponen bloquear USD 7.000 millones en activos de Pdvsa, “más USD 11.000 millones en ingresos por exportaciones perdidas durante el próximo año”, especificó el 28 de enero el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton.

China anuncio la suspensión de un contrato por USD 10 mil millones a raíz del mal estado de la estatal Pdvsa. Lo que preocupa a Pekín es no perder sus inversiones venezolanas y mantener el flujo petrolero como pago de una deuda estimada entre USD 50 mil y 70 mil millones. Si las nuevas autoridades de Miraflores garantizan eso, para Xi Jinping estará todo bien.

Putin se pregunta si Maduro, asfixiado como está, podrá pagar los USD 100 millones que se vencen en marzo, correspondientes a la deuda soberana con Moscú, actualmente calculada en unos USD 3.150 millones de dólares. La Unión Europea en los hechos ya le soltó la mano a Maduro.

Hay muchos posibles Usted. 

Si Usted está al borde de la muerte por interrupción de diálisis, respecto a la ayuda humanitaria pensará diferente del académico de Clacso o del político que repiten como un karma que el imperialismo quiere apoderarse de las venas abiertas de América Latina.

La ayuda humanitaria internacional, cuyo ingreso a territorio venezolano está en duda a estas horas, puede ser un pretexto para lo peor en caso de que Maduro agreda a los portadores de la misma.

Usted tiene que acostumbrarse a pensar por sí mismo. Tener en cuenta la mayor cantidad y diversidad de fuentes de datos y elementos para su análisis. Pero debe razonar con independencia de esquematismos; de ideologías perimidas; de utopías que fueron utilizadas para llegar a los sillones del poder por quienes luego confundieron el Estado con sus personas cual modernos Luises XIV; o se corrompieron con una voracidad y rapacidad que no distinguió derecha o izquierda cuando entregó o recibió la coima de Odebrecht.