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03.07.19

Uruguay luego de las primarias: cambios en el escenario

Aunque en octubre próximo el oficialista Frente Amplio (FA) triunfe con su candidato ganador en estas primarias (41,9% de los votos del FA), el ex intendente montevideano, Daniel Martínez (62) - un ingeniero socialista-, ya no será la misma la correlación de fuerzas que tuvo desde 2005 en administraciones anteriores. El principal candidato opositor, Luis Lacalle Pou, informó que había hablado con los restantes candidatos que competirán en octubre para concretar ese eventual gobierno de coparticipación.
Por Hugo Machín Fajardo

Las elecciones primarias realizadas el pasado domingo 30 de junio en Uruguay, con vistas a las elecciones nacionales del 27 de octubre, han dejado bastante claro el escenario político de este país para los próximos cinco años, más allá de que de 2700 mil habilitados votó 1.076.821 de ciudadanos, es decir, un 40%, cuando en los obligatorios comicios nacionales lo hace hasta un 97%, como en 1996. Hubo 15 partidos que presentaron un total de 28 precandidatos.

Uruguay cambiará. Aunque en octubre repita el Frente Amplio (FA) con su candidato triunfante en estas primarias (41,9% de los votos del FA), el ex intendente montevideano, Daniel Martínez (62), un ingeniero socialista, ya no será la misma la correlación de fuerzas que tuvo desde 2005 en administraciones anteriores, de Tabaré Vázquez (79) y José Mujica (85), con mayoría absoluta en ambas cámaras del Poder Legislativo.

Una previsible disminución en sus bancas en las elecciones nacionales a celebrarse en 120 días, le obligaría a negociar su administración 2020 - 2025 con el nacionalista Luis Lacalle Pou (46), y el colorado Ernesto Talvi (62), triunfadores el domingo 30 en sus respectivos partidos, así como con otros partidos menores de los ocho o nueve restantes- según incidan o no, los votos observados-  con aspiración de llegar al Parlamento.

El rival. El escrutinio de la Corte Electoral uruguaya otorgó a Lacalle Pou, hijo del expresidente nacionalista Luis A. Lacalle (1989- 1994), el 53% de los votos nacionalistas con lo que dobla sobradamente al resto de los competidores. Eso le permitió anunciar en la noche del triunfo la fórmula presidencial que completó con la ex legisladora Beatriz Argimón (57), una escribana que preside el directorio del Partido Blanco, como también se le conoce al nacionalismo uruguayo.

Después de cinco años de no hablarse con Vázquez, Lacalle Pou recibió el llamado de felicitaciones del actual Presidente de la Republica, quien vive la etapa final de su segundo período.

En su discurso de fin de jornada electoral, Lacalle Pou anuncio “un gobierno multicolor para hacer los cambios que el país necesita”, e informó que había hablado con los restantes candidatos que competirán en octubre para concretar ese eventual gobierno de coparticipación.

La sorpresa. La dio Talvi, un prestigioso economista doctorado en EEUU, que se ha desempeñado en la actividad privada y pública, pero que recién a mediados de 2018 se lanzó a la carrera política dentro del Partido Colorado (PC) con su sector “Ciudadanos”. Heredero del ex presidente Jorge Batlle (1917 – 2016), obtuvo el 54% de los votos colorados ante un 32% del por dos veces presidente Julio M. Sanguinetti (83), un experimentado político, veterano de numerosas contiendas electorales. Pese a que Sanguinetti había anticipado ir como vicepresidente en la fórmula, si no triunfaba sobre Talvi, actitud que evidencia su preocupación por contribuir como sea a potenciar al PC, Talvi en la noche del festejo aplicó la fórmula de Don Pepe Batlle y Ordoñez (1856 - 1929) principal estadista del Uruguay: “en política, el que se precipita se precipita”. Y no cerró la fórmula presidencial, prefiriendo consensuar con el resto de la dirigencia partidaria si se opta por una mujer como candidata a vicepresidenta, u otra alternativa.

Las dos últimas de las tres elecciones consecutivas ganadas por el FA fueron mediante balotaje. Las empresas encuestadoras previas a estas internas ubicaban en paridad al FA y al Partido Nacional (PN), o con leve supremacía del oficialismo, dándole un tercer lugar al PC, distante de ambos, pero claramente definitorio -con una intención de voto oscilante entre el 15 y 17%- en una segunda vuelta electoral.

Ex militares. Una sorpresa de otro tenor fue la votación obtenida por un ex comandante en jefe del ejército, destituido en marzo pasado por Vázquez a raíz de no informar a la Justicia respecto a la admisión de delitos de un ex torturador de la dictadura sufrida por Uruguay entre 1973 y 1985, caso por el que la Justicia lo ha convocado. Guido Manini obtuvo 46.878 votos, superando por buen margen al resto de los precandidatos y posicionándose como el cuarto partido del país. Le ganó incluso a precandidatos blancos de larga trayectoria, como el senador Enrique Antía, dos veces intendente del departamento de Maldonado (Punta del Este) y quedó a 13 mil votos de Sanguinetti.

Manini incluyó en cuarto lugar de su lista al ex militar Eduardo Radaelli, procesado y encarcelado durante años en Chile, a raíz del asesinato en 1995 del químico chileno Eugenio Berríos que trabajaba para Augusto Pinochet. Radaelli cumple su condena en libertad condicional. Manini no ha sido contundente en rechazar el Plan Cóndor, instrumentado por las dictaduras del Cono Sur 45 años antes para reprimir a ciudadanos opositores, violando las fronteras nacionales.

Eduardo Botinelli, analista de la empresa consultora Factum, afirma que los votos de Manini provienen básicamente de un sector de Sanguinetti, especialmente en el interior del país, y también de adherentes al FA.

Magnate. El magnate Juan Sartori (38) en escasos tres meses de campaña apuntalada por sumas de dinero, campaña sucia, e híper publicidad, obtuvo 92.707 votos. Muchos. Muchísimos para la normal evolución electoral del liderazgo partidario uruguayo. Quedó segundo en la interna nacionalista y si repite en octubre- algo que no debe darse por sentado- será senador por el P.N.

En la noche del domingo 30, cuando ingresó a la histórica sede blanca, en Plaza Matriz de Montevideo, recibió fuerte abucheo de sus correligionarios. Un hecho insólito en la vida partidaria del país.

Dificultades quedaron planteadas en los tres partidos. En el FA, Pepe Mujica presiona para que su candidata, Carolina Cosse, segunda lejos en las primarias, cierre la fórmula presidencial, pero Martínez prefiere otra opción. En el FA, la interna evidenció que socialdemocracia e izquierda radical están equilibradas.

En el PC, Talvi debe negociar finamente para no cerrar la fórmula presidencial con Sanguinetti, o ceder ante la presión del sector del ex presidente. Y en el P.N. Lacalle Pou reclamó madurez ante “los bemoles y las rencillas” de su colectividad.