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23.07.10

Después del fútbol

Atractivas propuestas teóricas junto a un seductor panorama de bienestar alcanzado en Europa, crearon una bruma que no permitió ver que los Estados de Bienestar se pudieron financiar gracias al aporte de una economía de libre mercado que les permitió soportar, por un tiempo, este modelo.
Por Alejandro F. Mercado

Ha concluido la euforia del mundial de fútbol y los españoles, ganadores de la preciada copa mundial, retornan a la cruda realidad de una crisis económica para la cual no se vislumbran salidas fáciles ni gratuitas. No se trata de una crisis solamente de la economía de la península Ibérica, ni de un caballo de Troya venido de Grecia que desató la tragedia, como algunos creen, sino más bien de una esclerosis de todo el sistema económico europeo.

Tampoco se trata de un desajuste financiero como aquel del que Estados Unidos está saliendo, se trata de la factura que deben pagar los países que basaron su modelo económico en políticas redistributivas olvidándose que “There’s no such thing as a free lunch” (No hay nada como un almuerzo gratis), para usar la conocida frase del Premio Nóbel de Economía Milton Friedman.

La caída del Muro de Berlín en la noche de aquel histórico jueves 9 de noviembre de 1989, si bien develó la pobreza que existía detrás la cortina de hierro, creó un encandilamiento respecto a los Estados de Bienestar de Europa, como respuesta frente a la supuesta hegemonía de Estados Unidos en un mundo unipolar. No se trató solamente de una crítica política y mediática al denominado imperialismo, sino de la revalorización, desde los ámbitos académicos, de los Estados corporativos y colectivistas, como el maximalista modelo sueco, la Economía Social de Mercado ideada por el democratacristiano Ludwig Erhard en la Alemania de los sesenta y el desarrollo de propuestas teóricas como las de Eduard Bernstein hasta el Socialismo Liberal iniciado por Rosselli y ampliamente difundido por Norberto Bobbio.

Estas atractivas propuestas teóricas junto a un seductor panorama de bienestar alcanzado en Europa, crearon una bruma que no permitió ver que los Estados de Bienestar se pudieron financiar gracias al aporte de una economía de libre mercado que les permitió soportar, por un tiempo, este modelo. Mauricio Rojas, ex - Miembro del Parlamento de Suecia, destaca que fue antes de la década del sesenta, la época de oro del crecimiento sueco, donde se generó la riqueza sobre la que pudo levantarse el gran Estado Benefactor Sueco. Textualmente anota: “A veces se piensa que ha sido con la ayuda de ese gran Estado que se ha construido el bienestar en Suecia cuando la evidencia nos dice que fue exactamente al revés”. ¿Será que la actual crisis conducirá a los europeos a retomar los ideales y principios que incubaron la Comunidad Económica Europea en la década del cincuenta?

Alejandro F. Mercado es Economista y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Financieras de la Universidad Católica Boliviana.  Es Miembro del Consejo Académico de CADAL.