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14.10.11

Tabaré Vázquez sorprende con la ``guerra´´ de opereta del Río de la Plata

Vázquez recordó que el Ejército argentino había hecho maniobras del otro lado del río, algo totalmente inusual y que en ese momento llamó la atención. También comentó que cuando se reunió con los tres comandantes de las FFAA, el del Ejército, al ser preguntado sobre las alternativas militares, le propuso "una guerra de guerrillas", y el de la Fuerza Aérea le advirtió que de los 5 aviones que tenían operativos ninguno volvería si los mandaban a atacar. La anécdota causó risas entre el auditorio, pero a la vez delata la total inutilidad de muchas FFAA latinoamericanas, que se llevan fondos estatales que podrían ser mucho mejor gastados en otras ramas del Estado.
Por Pablo Díaz de Brito

Fue, como suele decirse, un relámpago en cielo sereno. Tabaré Vázquez, el ex presidente de Uruguay, declaró que en 2006 se preparó para una guerra con Argentina y pidió auxilio a Estados Unidos y a su presidente, George W. Bush. Ambos países mantenían en esa época un serio diferendo por el uso del río Uruguay, que marca la frontera entre las dos naciones. Uruguay había decidido construir dos plantas de pasta celulosa y Argentina se oponía por razones ambientales, pero recurriendo a todas las herramientas: las buenas y las malas. Esta última opción consistía en grupos de activistas "ambientalistas", tolerados y apoyados por el gobierno de Néstor Kirchner, que bloqueaban los puentes que unen a los dos países.

Pero en todo caso, y aunque las tensiones en 2006 fueron muy altas, la hipótesis del conflicto bélico nunca se  había barajado. Una guerra rioplatense no cabe en la mente de nadie, ni en Montevideo ni en Buenos Aires. Afortunadamente.

Pero, ¿qué dijo concretamente Tabaré? Ante un público formado por ex alumnos de un colegio, relató, según la crónica del diario El Observador, que "fui a visitar al presidente Bush, quien tuvo la amabilidad y gentileza de recibirme. Era un momento muy particular de las relaciones entre Uruguay y Argentina por el tema de los bloqueos de los puentes. Fui por razones comerciales, para estrechar los lazos comerciales de ese país y el nuestro. Pero también Uruguay necesitaba un respaldo, como dice Martín Fierro: 'todo gaucho necesita un palenque'. Teníamos un conflicto muy serio con Argentina", recordó  Vázquez.

Y efectivamente, fue un conflicto muy grave y prolongado. La incentivación de los activistas en sus acciones ilegales por parte del gobierno argentino fue lo que agravó el diferendo hasta, casi, un punto de no retorno. Finalmente, el conflicto se encarriló ante los tribunales de La Haya, donde Uruguay obtuvo una clara victoria el 20 de abril de 2010. Meses después, el 17 de junio de ese año, se decidió levantar el bloqueo del último puente que permanecía cerrado por los "ecologistas" argentinos.

Volviendo a las declaraciones de Tabaré, este agregó: "Un presidente tiene la obligación de plantearse todos los escenarios posibles que se le puedan presentar ante un determinado problema. No esperar a que el problema surja para ver qué hacemos. Y yo me planteé todos los escenarios, desde que no pasara nada hasta que hubiera un conflicto bélico". "¿Tenía argumentos o razones para planteármelo o estaba dramatizando?", se preguntó a sí mismo. A mí no me gusta dramatizar", se contestó, y mencionó la agresividad de los "ecologistas" argentinos, quienes amenazaron incluso con ponerle una bomba a la pastera, con ocupar la planta y, por si fuera poco todo esto, durante una marcha por el río lanzaron a las aguas a un uniformado uruguayo que intentaba evitar que llegaran a las costas orientales.

En cualquier caso, la reacción a estas declaraciones de Vázquez fue, como era de esperarse, fragorosa, tanto en Argentina como en Uruguay. El dato clave de esta telenovela rioplatense es que Tabaré no es un político jubilado, sino un postulante a la primera magistratura para el próximo turno presidencial, en 2014. Veamos primero las reacciones uruguayas, o sea, de los adversarios directos de Vázquez en esa futura competencia. El presidente del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, escribió en Twitter que haber solicitado la ayuda de Bush es como "pedirle a la comadreja que entre y defienda el gallinero". Heber, por lo tanto, optó por el siempre rentable rol del nacionalista latinoamericano enemigo de los "yankis".

Por su parte, el líder del otro gran partido opositor, el Colorado, Pedro Bordaberry, manifestó que lo de Vázquez fue "un acto de irresponsabilidad" y que cree que "a Vázquez lo está alcanzando la biología", aludiendo a la edad del ex mandatario y a la vez a la figura que el propio Tabaré utiliza cuando lo consultan sobre su futura candidatura (siempre responde "si la biología me lo permite..."). Como se puede apreciar, la futura competencia presidencial asoma detrás de este "sainete" jugado en las dos orillas del Río de la Plata.

Ante la ola de comentarios críticos, Tabaré salió a reafirmar lo dicho. "Todos los presidentes de la región manejaban esa hipótesis de conflicto, otra cosa es que se admitiera. Y ante esa situación ¿qué se pretendía que hiciera el presidente de un país pequeño que está amenazado? Pensar desde lo mejor a lo peor, y pedir apoyo, un apoyo que era en lo político y en lo diplomático, pero que partía de la base de la peor hipótesis. Si no lo hubiera hecho y llegaba a pasar algo se iban a preguntar ¿y el presidente qué hizo?", afirmó el ex mandatario. Vázquez recordó que el Ejército argentino había hecho maniobras del otro lado del río, algo totalmente inusual y que en ese momento llamó la atención. También comentó que cuando se reunió con los tres comandantes de las FFAA, el del Ejército, al ser preguntado sobre las alternativas militares, le propuso "una guerra de guerrillas", y el de la Fuerza Aérea le advirtió que de los 5 aviones que tenían operativos ninguno volvería si los mandaban a atacar. La anécdota causó risas entre el auditorio, pero a la vez delata la total inutilidad de muchas FFAA latinoamericanas, que se llevan fondos estatales que podrían ser mucho mejor gastados en otras ramas del Estado.

Del otro lado del Río de la Plata el tema también dio que hablar, como es obvio, y sirvió para hacer política. El ex canciller Rafael Bielsa, quien estaba a cargo cuando el conflicto de las pasteras, dijo que "cuesta tomar en serio a Tabaré Vázquez". "Confunde el tablero del mundo con el café La Humedad", ironizó el ex canciller de Kirchner, en referencia a una vieja letra de tango. Bielsa fue más allá y descalificó a Vázquez como un ignorante incapaz de comprender las relaciones internacionales. Claro que en Argentina tampoco abundan quienes tomen en serio a Bielsa, y muchos lo culpan por la derrota diplomática que sufrió finalmente Argentina en los estrados de La Haya.

El ex jefe de Gabinete de la época, Alberto Fernández, aseguró que la guerra nunca fue una opción analizada por el Gobierno argentino. "Nosotros nunca avizoramos ni remotamente la posibilidad de un conflicto bélico", le dijo a una radio uruguaya. Fernández agregó que una cosa es si Vázquez, en tanto  presidente, no descartó la hipótesis de conflicto bélico, y otra si la guerra fue considerada como una opción real y no una mera hipótesis a cubrir por obligación del cargo.

Claramente, es este el punto clave del embrollo y sobre el que juega el líder uruguayo en sus declaraciones. Todo mandatario, por un obvio sentido de responsabilidad, cuando hay un conflicto con un país limítrofe, debe convocar a los jefes militares y a su ministro de Defensa y encomendarles planes de contingencia. En la época, apenas si se mencionaron de soslayo estos preparativos, porque se sobreentendía que eran sólo eso.

A todo esto, ¿qué opinó el locuaz presidente uruguayo José Pepe Mujica? Prefirió por una vez el mutismo. La que sí habló es su esposa y senadora, Lucía Topolansky. La dama mencionó una "sorpresa total", y agregó que lo dicho por Vázquez quedaría como "una anécdota escolar", para luego destacar la diferente actitud ante Argentina adoptada por su marido, de "diálogo, que permitió reabrir los puentes", clausurados ilegalmente por los activistas argentinos.  Estaba sumándole puntos a su marido, claro.

Del lado argentino, los medios oficialistas aprovecharon para victimizar a la Argentina K, declamando a los cuatro vientos que el país jamás pensó en una guerra, algo que como se dijo era obvio y sobreentendido. Argentina, país claramente "ofensor" en el conflicto de las pasteras sobre el río Uruguay por incurrir durante años en el ilícito de interrumpir el tránsito en dos de los tres puentes binacionales, perdió ante la Justicia internacional (algo bastante frecuente en la era kirchenrista). Pero el caso es que Tabaré le dio ocasión a la Argentina K para que por una vez pudiera ponerse en el lugar de la víctima, escandalizada por la belicosidad de la contraparte.

En fin, las declaraciones de Tabaré parecen indicar una estrategia de "alto perfil" por parte del uruguayo, de cara a su futura campaña presidencial en 2014. Pero para el reconocido politólogo Adolfo Garcé, consultado por El Observador, estos dichos no serían una "estrategia global", sino que Vazquez "no midió las consecuencias de sus palabras" y estas serían "un error fruto de la improvisación o del exceso de confianza que siente" Vázquez. "El sentir que su figura pública es poco menos que indestructible y que haga lo que haga su camino a la Presidencia es prácticamente un hecho le pudo jugar en contra", indicó Garcé.

En otras palabras, Tabaré está tan sobrado de posibilidades que puede darse el lujo del exabrupto. Nacionales y colorados, por ahora, al menos, ni lo rasguñan.

Sin embargo, y provocando una nueva sorpresa general, Tabaré anunció su retiro de la política "para no dañar la relación con Argentina y a la izquierda". Bordaberry salió inmediatamente a dudar de las reales intenciones del veleidoso Tabaré. "No le creo nada, esto de anunciar retiros que no se van a concretar le hacen mal al sistema político, no creo en los reyes magos. Todos sabemos que dentro de muy poco va a volver a la actividad pública" dijo el líder colorado. "Lo que tiene que hacer es reconocer el error que cometió, y no hacer como en el campito, que me enojo y me llevo la pelota. Con la pelota jugamos todos", agregó Bordaberry. En suma, el juego político de Tabaré parece seguir apostando al "alto perfil", ahora con un esperado clamor desde el Frente Amplio (o de su sector dentro de él) para que revea su renuncia. Danilo Astori, la segunda figura del socialismo y vicepresidente de la república, ya comentó públicamente su dolor por la presunta decisión del médico montevideano.

Por último, no debe olvidarse que Argentina ha vuelto a hostilizar a Uruguay y nuevamente a propósito de la convivencia sobre el río Uruguay. Hace apenas semanas, Mujica se quejó de que Argentina mantiene congelado el visto bueno para la construcción por Uruguay de dos puertos sobre ese río. Lo mismo hace con la canalización del río para que esos puertos resulten útiles. Como con las pasteras, toda construcción sobre el río compartido debe ser aprobada por la otra nación. Y parece que la Argentina K, tan fiel a sus malas costumbres, se está cobrando con este congelamiento la derrota ante los jueces de La Haya. Por si fuera poco, Argentina bloquea la venta de energía eléctrica de Paraguay a Uruguay. La transacción, por fuerza, debe hacerse utilizando su territorio. Parece otra vendetta más del rencoroso gobierno argentino. Tal vez aprovechando este malestar previo es que Tabaré tuvo la ocurrencia de salir a recordar el episodio de la "guerrita" rioplatense. 

Pablo Díaz de Brito es redactor especial de www.analisislatino.com