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06.07.12

América Latina y el Caribe: La Región más Feliz del Planeta

Entre las selvas y playas tropicales, la gente disfruta de una esperanza de vida mayor que la de Estados Unidos (79.3 años contra 78.5 años) y un nivel de bienestar ligeramente más alto que el experimentado en Nueva Zelandia (7.3 contra 7.2 puntos, de un total de 10) de acuerdo al Índice Happy Planet (Planeta Feliz). En este análisis de 151 países, llevado a cabo por la New Economics Foundation (NEF), Costa Rica se ubica en el primer lugar.
Por Camden Luxford

Según el Índice Happy Planet (Planeta Feliz), gran parte de la alegría humana se concentra en América Latina y el Caribe, donde Costa Rica (con 64 puntos) es el país en el cual la felicidad llega a su apogeo. Aquí, entre las selvas y playas tropicales, la gente disfruta de una esperanza de vida mayor que la de Estados Unidos (79.3 años contra 78.5 años) y un nivel de bienestar ligeramente más alto que el experimentado en Nueva Zelandia (7.3 contra 7.2 puntos, de un total de 10). Es más, y ahí está el problema para los países llamados desarrollados: en Costa Rica la felicidad de los que viven ahora no les quita las posibilidades de felicidad a los que vivirán mañana. O, por lo menos, no tanto: su huella ecológica de 2.5 g ha (“hectáreas globales” necesarias para mantener el consumo de cada persona) per cápita es muy por debajo de la de, por ejemplo, Qatar. Éste último usa más recursos que todos los países del mundo para mantener a su población, con una huella ecológica de 11.7 g ha per cápita.

En este análisis de 151 países, llevado a cabo por la New Economics Foundation (NEF), el segundo lugar es ocupado por Vietnam (60.4) y luego viene una larga fila de países latinoamericanos: Colombia (59.8), Belize (59.3), El Salvador (58.9), Jamaica (58.5), Panamá (57.8), Nicaragua (57.1, Venezuela (56.9), Guatemala (56.9). El 11° puesto le pertenece a Bangladesh (56.3) y después, el 12° y 13°, son de Cuba (56.2) y Honduras (56). Qué curiosidad para una región que suele encabezar los índices de violencia y desigualdad.

Es que los países occidentales tienen huellas ecológicas, en promedio, de 5.7 g ha per cápita, muy por encima del promedio latinoamericano de 2.6, y esto tira por debajo a sus puntajes. Sin embargo, aunque los niveles de esperanza de vida son considerablemente más altas en los países del llamado “primer mundo”, los niveles de bienestar de la población no muestran muy fuertes diferencias entre las dos regiones: en los países desarrollados el promedio de bienestar es 6.9 y en esta región, es 6.2. Es decir, los mayores ingresos económicos de los europeos, norteamericanos, australianos y neozelandeses no les han llevado mucha más felicidad para recompensar los graves daños ecológicos.

Es cierto que para los más pobres el crecimiento económico no puede sino traer consigo un creciente bienestar, pero el propósito de este índice es llamar la atención al porqué del progreso. Si no vamos hacía una felicidad sostenible para todas las generaciones que vienen, qué sentido tiene entonces el progreso? Al respecto, la NEF plantea: “no nos obsesionemos con el PBI, por que hay otros factores que contribuyen al bienestar humano sostenible”.

Por todas las dificultades en la definición y medición de la felicidad humana, es un planteo interesante y puntual en el momento en que la atención del mundo está en el Río+20.

Ahora, volviendo al caso de Costa Rica, este país produce el 99% de su energía de fuentes renovables, con lo cual ya se empezó a ver un retroceso en el proceso de deforestación y se comprometió a ser neutro de carbón en 2021. Sin embargo, la huella ecológica costarricense es más grande que su propia biocapacidad (debería bajar a 1.6 g ha per cápita). Esto es resultado del comercio: se consumen en el país muchos productos que se fabrican en otros países menos sustentables energéticamente. Ojo: la sustentabilidad es un desafío global.

Colombia, en el tercer lugar, viene dejando una huella ecológica que casi llega a ser completamente sustentable: 1.8 g ha per cápita, la mejor de la región. Su esperanza de la vida es 73.7 años y el nivel de bienestar es bastante bueno, con un puntaje de 6.4. Sin embargo, si se incluye la desigualdad en el bienestar y esperanza de vida, el país baja al séptimo lugar.

Trinidad y Tobago (136° lugar, 30.3) tiene la huella ecológica más grande de la región entera con 7.6 g ha per cápita, mientras que dentro de América Latina ese dudoso honor le pertenece a Uruguay (93°, 39.3) con 5.1 g ha per cápita.

Los peores niveles de bienestar se experimentan en Haití (78°, 41.3°) y la República Dominicana (33°, 50.7), con 3.8 y 4.7 respectivamente. Venezuela (9°, 56.9), con 7.5, tiene el nivel de bienestar más alto de la región, seguida por Panamá (7°, 57.8) y Costa Rica, los dos países recibiendo un puntaje de 7.3 en este respecto.

Como ya se vio, Costa Rica tiene la mayor esperanza de vida; Cuba (12°, 56.2) y Chile (19°, 53.9) se encuentran empatados en segundo lugar en este indicador, con 79.1 años de vida. La vida es más corta en Haití, con una esperanza de vida de 62.1 años y Bolivia (64°, 43.6), donde es de 66.6 años.

Argentina se ubica en el 17° lugar, y el 12° de la región, con un puntaje de 54.1. Su esperanza de vida es 75.9 años, bienestar 6.4 y huella ecológica 2.7 g ha por cápita.