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18.09.12

Tras el golpeteo de las cacerolas, el gran desafío opositor es cómo canalizar los reclamos en las urnas

(DyN) Si la oposición no comprende la oportunidad política e institucional que se le presenta para atraer a sus filas a quienes se movilizaron espontáneamente protestando contra el gobierno nacional, entonces sus miembros habrán demostrado no estar a la altura de las circunstancias.
Por Gabriel C. Salvia

BUENOS AIRES, set 17 (DyN) - Si es verdad que el reciente cacerolazo nacional representa un importante crecimiento del descontento social hacia el gobierno nacional, la oposición tendrá entonces una enorme oportunidad para canalizarlo en votos.

La primera ocasión serán las primarias del año próximo y cada partido o frente electoral tendrá que atraer a la mayor cantidad de votantes a su contienda interna.

Para ello, en cada distrito electoral y para cada categoría de candidatos deberán ofrecer una primaria lo más animada posible y así obtener un resultado total que los posicione como la alternativa que le puede ganar al kirchnerismo en las legislativas de 2013.

Uno de los tantos motivos de la movilización y protestas del jueves 13 de septiembre contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fue el rechazo a una reforma constitucional que habilite la relección indefinida.

Si lo que desea el cristi-kirchnerismo es un proyecto personalista, por lo cual se aviva la idea de la re-relección, la postulación en 2015 de un candidato oficialista que no sea la actual Presidenta podría amenazar la continuidad del Frente para la Victoria en el poder.

Ello evidencia que el proyecto que se presenta como muy popular, irónicamente carece de cuadros de dirigentes que puedan postularse con éxito para garantizar la continuidad del modelo.

A su vez, dentro la oposición no logra erigirse ningún político a nivel nacional como para poder representar una alternativa que desafíe las aspiraciones hegemónicas del kirchnerismo.

Eso sí, han aparecido en primera instancia dos recortes gruesos que parecen buscar almalgamarse, del centro hacia la izquierda y a la derecha.

Por la representación de la primer franja, el único partido con presencia nacional, representación política en todas las provincias e institucionalidad interna es la Unión Cívica Radical, aunque el liderazgo de Ricardo Alfonsín no logra entusiasmar a una interna feroz y de amplio espectro.

Por su parte, el referente socialista Hermes Binner carece de proyección nacional y su Frente Amplio Progresista pudo apenas retener sufridamente la gobernación de la provincia de Santa Fe en las últimas elecciones.

Y además, muchas de las polémicas iniciativas del kirchnerismo fueron apoyadas tanto por los legisladores radicales como por los del FAP, que ni siquiera repararon en el tratamiento exprés para oponerse, aunque sea por aspectos formales.

Del otro lado, por sus ideas y ubicación geográfica, el líder del PRO, Mauricio Macri aparece como el más claro opositor a las políticas del gobierno nacional y está a la búsqueda de la fracción del justicialismo disidente más alejada de la izquierda que hoy domina el PJ.

La debilidad del macrismo es que del total de 257, el PRO cuenta apenas con una decena de diputados propios y no tiene un solo senador nacional en el distrito que gobierna desde hace más de cinco años.

Para el Jefe de Gobierno porteño, entonces, las próximas elecciones legislativas resultarán cruciales para sus aspiraciones presidenciales y, pensando en el mediano plazo, para la consolidación de su partido como una alternativa política por encima de su figura.

En definitiva, las referencias opositoras tendrán que invitar a participar a una ciudadanía activa que quiere cambios no sólo en las políticas del kirchnerismo, sino del estilo de hacer política.

Una vigorosa competencia en las primarias electorales sería una forma de sumarlos, permitiendo así dotar de un fuerte respaldo a los candidatos que resulten triunfantes.

Si la oposición no comprende la oportunidad política e institucional que se le presenta para atraer a sus filas a quienes se movilizaron espontáneamente protestando contra el gobierno nacional, entonces sus miembros habrán demostrado no estar a la altura de las circunstancias y tarde o temprano aparecerá un outsider que canalizará el descontento de ese enorme mercado de votos.