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11.07.13

El ALBA y Snowden: No todo es sobre ustedes

(Americas Quarterly) La ironía de esta reciente convulsión de ataques simbólicos a los gringos al sur del continente es que ninguno de los países que han ofrecido un paraíso al Sr. Snowden es en sí mismo un parangón de la libertad de expresión. También hay otra cuestión irónica en esto: estos países se están distrayendo de una cuestión más amplia y legítima en un esfuerzo por hacer que toda la cuestión se refiera a ellos.
Por Christopher Sabatini

(Americas Quarterly) El espectáculo de ciertos países latinoamericanos formando fila para ofrecer asilo al contratista de la Administración Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en ingles) y filtrador de información Edward Snowden se ha convertido en un triste recordatorio de la falta de madurez diplomática de esos países y una pista falsa sobre toda la cuestión que buscan destacar.

Más allá de lo que se piense de los motivos de este hombre (y lo que sea que se piense que puede ser su futuro), las revelaciones de Snowden de que la NSA recolectaba información subrepticiamente sobre llamadas telefónicas en EE.UU. y en el exterior y sobre comunicaciones en internet debería hacer que todos nos detengamos un momento a pensar y son un punto legítimo de debate doméstico y diplomático.

Pero eso no es lo que recibimos cuando los presidentes de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua se alinean para ofrecer asilo a este hombre de 29 años y cuando la presidente de Argentina llama a una cumbre de muy poca convocatoria para denunciar la desafortunada detención del avión del presidente boliviano Evo Morales en Austria luego de que éste ofreciera sospechosamente asilo a Snowden cuando se encontraba en Rusia. Esas reacciones han sido un claro recordatorio de las divisiones en el hemisferio, entre los países retórica/ideológicamente orientados de la Alianza Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el resto.

Dejando de lado la cuestión de cómo Snowden – sin pasaporte – pudo dejar la sección de tránsito de Moscú, subirse a un avión cuya compañía seguramente no podrá aterrizar en los aeropuertos de EE.UU. en el futuro, y cruzar el espacio aéreo de países que se oponen a verlo partir, queda la cuestión de “¿por qué hacer el ofrecimiento?” ¿Cuál es el beneficio potencial práctico de dar un paraíso seguro a esta persona?

Tal como argumentó un reciente editorial del Washington Post, la ironía de esta reciente convulsión de ataques simbólicos a los gringos al sur del continente es que ninguno de los países que han ofrecido un paraíso al Sr. Snowden es en sí mismo un parangón de la libertad de expresión.

También hay otra cuestión irónica en esto: estos países se están distrayendo de una cuestión más amplia y legítima en un esfuerzo por hacer que toda la cuestión se refiera a ellos.

Nota a los medios: Por favor, concentrémonos en la verdadera historia

En la última semana los medios han estado obsesionados con los presidentes Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Nicolás Maduro (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua) y sus propuestas de asilo a Snowden. Al hacerlo ya mordieron el anzuelo. Estos gobiernos se han venido involucrando en el antiamericanismo clásico, pero sin contenido ni consecuencia. Por los motivos mencionados más arriba, este hacker de 29 años es poco probable que llegue a las costas de esos países más allá de sus ofrecimientos.

Al mismo tiempo, existen cuestiones legítimas que han surgido con la invasión de Estados Unidos sobre el derecho y la libertad de expresión extra-nacionales. Los gobiernos brasileño y colombiano ahora han comenzado a plantear estas cuestiones luego de que un informe de O Globo revelara que la NSA ha estado recolectando información electrónica y telefónica en esos países sobre temas que van desde la compra de armas hasta las prácticas corporativas. El embajador de EE.UU. ante Brasil, Tom Shannon, respondió que la nota de O Globo malinterpretaba los programas. Sin embargo, los gobiernos merecen una respuesta.

También vale la pena notar que estos gobiernos no están haciendo un gran despliegue para ofrecer asilo a Snowden ni están viajando con una delegación presidencial de Bolivia para asistir a la cumbre convocada por la presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner para denunciar el inoportuno descenso del avión del Presidente Morales en Austria.

La diferencias en la reacción de los países del ALBA (entre ellos Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua – aunque notablemente Cuba estuvo ausente) con la del resto de los países del hemisferio (principalmente Brasil, Chile, Colombia, México y Perú – para nombrar algunos) me recuerda a mi propia familia. Solía tener una cuñada que, sin importar cuál fuera el motivo familiar – cumpleaños, graduación, funeral, incluso Acción de Gracias – actuaba como si todo fuera sobre ella, sin importar la realidad de la reunión.

Si bien no es directamente comparable – y nunca le desearía al presidente Morales, a quien conozco y respeto, a mi ex cuñada – existe un elemento de distracción ensimismado sobre toda esta cuestión. Pero eso es lo que muchos quieren: un espectáculo ideológico que se centre en ellos, más que en la discusión real.

Es una lástima. Hay cuestiones reales aquí que merecen una verdadera atención. Afortunadamente, otros países ahora están exigiéndolo; esperemos que estas cuestiones sean tratadas con el respeto y la falta de grandilocuencia que merecen.

Christopher Sabatini es editor en jefe de Americas Quarterly y director senior de políticas en Americas Society y el Council of the Americas. Es miembro del Consejo Consultivo de CADAL. Su cuenta de twitter es @ChrisSabatini

Fuente: (Americas Quarterly)

Traducción de Hernán Alberro.