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01.04.16

¿Volverías con tu ex (Presidente)?

(El Líbero) Al igual que los participantes en el reality ¿Volverías con tu ex?, Lagos y Piñera deberán buscar conquistar nuevamente el corazón de un electorado que está más interesado en construir una relación futura que le permita salir airosos de las pruebas que enfrentan que solucionar los temas pendientes de relaciones pasadas.
Por Patricio Navia

(El Líbero) ¿Volverías con tu ex?, el exitoso programa de televisión sobre las aventuras de ex parejas que compiten por un premio mientras evalúan la posibilidad de volver a formar pareja, muestra cómo los traumas y asuntos no resueltos del pasado obstaculizan el esfuerzo de la construcción de un futuro común. Ya que las dos coaliciones dominantes aparecen inclinadas a apoyar las candidaturas presidenciales de los ex mandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, sería útil que sus líderes aprendan de las lecciones que los televidentes cotidianamente disfrutan al sintonizar uno de los programas de más alto rating en Chile. Cuando los pretendientes están tratando de solucionar cosas pendientes del pasado, sorpresivamente aparece un tercero que se roba el corazón de alguien en la pareja con promesas de un futuro libre de los buenos y malos recuerdos de las relaciones anteriores.

Si bien la política es una combinación de creencias profundas, negociaciones interesadas y aspiraciones de re-elección, también hay un componente de teatro (o circo) en la forma en que el actuar de la elite gobernante es presentado ante una opinión pública desatenta. De ahí que resulte útil comparar la arena del actuar político con arenas de interés público a las que la gente presta más atención. Si bien las comparaciones y metáforas nunca son perfectas, lo que se pierde de rigurosidad se gana en capacidad explicativa y en atraer la atención de una opinión pública poco interesada en el accionar político.

Las dos coaliciones dominantes están dedicadas a preparar la batalla electoral de 2017. Si bien hay candidatos alternativos declarados —Marco Enríquez-Ominami buscará por tercera vez llegar al sillón presidencial— y otros que pudieran querer entrar —como el ex candidato Franco Parisi, el ex líder sindical Cristián Cuevas o el pintoresco empresario Leonardo Farkas—, la lista de presidenciables en las coaliciones es dominada por Lagos y Piñera. Otros aspirantes tienen menos posibilidades de llegar.

En la derecha, los senadores Andrés Allamand, Alberto Espina, Francisco Chahuán y Lily Pérez, el ex ministro Joaquín Lavín y los diputados Felipe y José Antonio Kast tienen más ganas que seguidores. A su vez, el senador Manuel José Ossandón, el único que desafía a Piñera en las encuestas, parece más atractivo para los electores moderados que para las cúpulas que lideran a la coalición del sector.

En la Nueva Mayoría, aunque el PDC insiste en la posibilidad de promover un candidato propio, no tiene un nombre. Como alguien que anda con vestido de novia en la cartera, pero no tiene con quién casarse, mientras más habla el PDC de sus ganas de tener candidato, más desnuda su desesperada posición.  Algunos que parecían encaminados a ser presidenciables de la izquierda, como la alcaldesa Carolina Tohá o el Senador Lagos Weber, siguen siendo opacados por la presencia de Lagos Escobar. Lagos ha taponeado la aparición de nuevos liderazgos en el sector. Aunque las encuestas pudieran acompañarla, las pocas ganas que demuestra Isabel Allende para ser candidata son el principal obstáculo que enfrentan los que quieren promover a la hija de Salvador Allende como alternativa presidencial.

Así entonces, Piñera y Lagos aparecen como los candidatos presidenciales más probables para la contienda que formalmente se inicia en menos de 18 meses. Al igual que los participantes en el reality ¿Volverías con tu ex?, Lagos y Piñera deberán buscar conquistar nuevamente el corazón de un electorado que está más interesado en construir una relación futura que le permita salir airosos de las pruebas que enfrentan que solucionar los temas pendientes de relaciones pasadas. Pero ya que las desconfianzas que sobreviven en los recuerdos llevan a las personas a agotadoras discusiones sobre las responsabilidades pasadas, el riesgo que enfrentarán Lagos y Piñera es que aparezca un líder nuevo que se robe el corazón de los chilenos con un discurso de futuro, libre de las memorias buenas y malas de lo que fue.

Aunque ni Lagos ni Piñera parecen interesados en los programas de televisión que ven los electores sin inclinaciones políticas definidas de grupos medios y medios bajos, es importante recordar que esos electores son los que decidirán el nombre de quién sucederá a Michelle Bachelet en La Moneda. Los chilenos que prestan más atención a ¿Volverías con tu ex? que a las investigaciones por financiamiento irregular de campaña, o a las entrevistas políticas del fin de semana, están viendo repetidos fracasos en los intentos de volver a construir una relación con un ex. Ya que en el programa de televisión, las expectativas de construir algo nuevo han derribado los esfuerzos por recuperar el pasado, las coaliciones políticas debieran tomar apuntes para evitar que, en 2017, los votantes también prefieran embarcarse en una nueva relación que volver con alguno de sus ex Presidentes.

Fuente: El Líbero (Santiago, Chile)