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25.07.17

Conceptualización: el castrato de la vida política y económica del país

(Cubaencuentro) Mientras no se pueda contestar el partido antidemocrático único, la planificación centralizada, y el control directo de la economía por el Estado y los militares en su abrumadora mayoría —ambos sin transparencia y que desatan el caos y la corrupción—, el país está condenado a su crisis estructural endémica.
Por Marlene Azor Hernández

(Cubaencuentro) Cibercuba.com publica la versión definitiva de la Conceptualización del PCC[1], con el mismo lenguaje de los manuales soviéticos de los años 70. El inmovilismo y la mediocridad son las palabras de orden.

La población mayoritaria, entre un 70 u 80 %, no ha conocido —por la mordaza, censura y represión— los programas políticos propuestos por la oposición y menos los programas de los políticos de otros países democráticos. Por lo tanto, no se enteran en qué sentido este documento es un panfleto de propaganda vacuo y cuánto se diferencia de un Programa político real. Cuando la visita del presidente Barack Obama a Cuba los ciudadanos pudieron por primera vez escuchar a un político real y a un presidente democráticamente elegido. Una maestra cubana de 46 años, declaraba que después de oírlo se daba cuenta que no habíamos tenido nunca un presidente en el país.

El léxico es el mediocre usado por la ex URSS en sus documentos del Partido y en sus manuales de la década de los años 70. Una consecución de consignas falsas entrelazadas, supuestamente “epocales” y no actuales, que describen una sociedad casi perfecta, y un ocultamiento expreso de los graves problemas económicos, sociales culturales, civiles y políticos del país. El tiempo verbal es una falacia. Pretende validar el mismo desastre actual, pero diciendo que es exitoso. Otra manipulación hasta psicológica de los ciudadanos.

Imagino que este mismo bodrio será presentado como “rendición de cuentas” en la Evaluación Periódica Universal en Naciones Unidas en mayo de 2018. Un gobierno incompetente y antidemocrático hace cuentos de hadas en Naciones Unidas, no cumple sus compromisos internacionales, y es secundado por todos los países africanos y otros corifeos —que igualmente antidemocráticos como el cubano— hacen trasiego de influencias para ocultar sus violaciones de Derechos Humanos ante la ONU. Esta práctica, prolonga la política de los acuerdos de Fidel Castro con la dictadura militar argentina de los años setentas.

Las 54 páginas del documento no informan sobre la realidad del país. Todo programa político, que sea digno de llamarse así, parte de un diagnóstico de la situación y las políticas concretas para salir de los obstáculos actuales. Esto es el ABC de la política internacional. ¿Será que el PCC y el Gobierno cubano no se enteran del país que gobiernan?, o, ¿será una política expresa para enajenar a sus ciudadanos de la realidad?

La Conceptualización no realiza un diagnóstico de la realidad, sino que es un rosario plañidero por ser una “pequeña nación subdesarrollada” por los “ataques del imperio” y “la crisis general del capitalismo”. Hay que reconocer que no han culpado en esta ocasión al colonialismo español, algo que expresan en algunos de sus informes a la ONU como el del 24 de agosto de 2016. Pero este pequeño avance no disminuye el vestuario de “víctima” que utiliza el régimen cubano para justificar su propia crisis estructural y la ausencia de un Estado de Derecho.

El contenido es el mismo de los Lineamientos, que consagran el socialismo de cuartel soviético como la opción nacional: La planificación centralizada como “garantía” del desarrollo nacional, el control directo estatal de la economía como la “propiedad socialista del pueblo” y el PCC como la “vanguardia” de la sociedad. No hay cambios estructurales ni semánticos.

A las organizaciones de masas representadas en el Consejo de Estado —y que son parte del Gobierno— se les permite una propiedad colectiva incluso para crear bienes y servicios, que imagino, es el visto bueno para que las parasitarias organizaciones de encuadramiento y control ciudadano puedan convertirse en parte del empresariado emergente del país. El mayor embrutecimiento del PCC hacia la población es clasificar estos organismos de control político estatal como sociedad civil. Por eso, no podemos encontrar ninguna demanda ciudadana en esas organizaciones en más de medio siglo, sólo los pronunciamientos públicos y anodinos que el gobierno les exige de tanto en tanto.

No es novedoso declarar que van a existir las PYMES y con personalidad jurídica. Eso ya estaba en los Lineamientos. El asunto es saber qué se otorga como personalidad jurídica porque en la actualidad es una condición de las cooperativas que no les permite hacer nada de lo que podrían hacer en un país democrático. En este sentido, Fernando Ravsberg reseña que en el Parlamento se trata de restringir el comercio entre cooperativas y empresas estatales fuera del territorio municipal porque la burocracia tendría que salir a controlar fuera de sus oficinas climatizadas.[2]

La prohibición de exportar e importar insumos y capitales directos siguen siendo un escollo mayor, la ausencia de mercados mayoristas la excusa para atropellar al sector privado y cooperativo, y el último Consejo de Ministros ha declarado que no se van permitir nuevas cooperativas, sino que se van a “consolidar las existentes” algo que no se explica pero que genera nuevos controles directos del Estado.[3]

La precisión sobre separar las funciones del propietario y el administrador en la empresa estatal se menciona en el documento sin que todavía nadie sepa qué beneficios traería esto, y sobre todo, frente al escandaloso fracaso del experimento en las provincias de Mayabeque y Artemisa como lo explican los investigadores publicados en CubaPosible.com.[4]

En síntesis, la Conceptualización es una visión del mismo “paraíso terrenal” que describe Granma en su larga y vieja labor de desinformación ciudadana, pero en vez de ocho páginas es un bodrio de cincuenta y cuatro. Esa es la única diferencia.

El 18 % de la población adulta o el 16 % de los mayores de 15 años —según cifras del Granma—[5] impuso un panfleto propagandístico y no un programa político al 82 % de la población adulta, que ahora tendrá que aceptarlo sin que le hayan consultado nada en “el socialismo de cuartel” cubano.

Mientras no se pueda contestar el partido antidemocrático único, la planificación centralizada, y el control directo de la economía por el Estado y los militares en su abrumadora mayoría —ambos sin transparencia y que desatan el caos y la corrupción—, el país está condenado a su crisis estructural endémica.


[1] Versión final documentos rectores del PCC. En https://www.cibercuba.com/noticias/2017-07-13-u1-e186450-version-final-documentos-rectores-actualizacion-modelo-economico-y

[2] Fernando Ravsberg, “Peligro! Las cooperativas son demasiado eficientes” en Cartas desde Cuba.com, 13 de julio de 2017.

[3] Impresionante que no se diga en el artículo quien habla sobre las cooperativas. Leticia Martínez y Yaima Puig Meneses, “Consejo de Ministros analiza marcha de la economía y otros temas importantes” en Cubadebate.cu, 30 de junio de 2017.

[4] Julio Antonio Fernández Estrada y Michel Fernández Pérez, “La Institucionalidad del gobierno local después del 2018: gobernabilidad y descentralización” en Cubaposible.com, 3 de julio de 2017.

[5] Oscar Sánchez Serra, “Ruta democrática y participativa” en Granma.cu, 29 de mayo de 2017.

Fuente: Cubaencuentro