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05.07.18

¿Vuelve massa a escena?

(7 Miradas) Massa es un gran aprovechador de oportunidades, aunque las cosas no siempre le salen bien. Pero no está muerto quien pelea, y en este caso tiene 2 roles que le esperan en las próximos meses: 1) volver a tener una relación adulta con el macrismo para aprobar el presupuesto, y 2) ver qué rol jugará el año que viene en el escenario electoral.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) El acuerdo con el FMI puede operar maravillas. Como por ejemplo, que el gobierno necesite volver a hacer buenas migas con Massa para sacar adelante el presupuesto 2019, clave para que el organismo internacional le siga prestando a la Argentina la cifra acordada. Siempre y cuando el gobierno haga los deberes que le exigen.

Luego de la elección 2017, el líder del Frente Renovador tomó la poco común actitud de refugiarse entre bambalinas, salir de la escena pública, y dedicarse a revisar que es lo que no funcionó en su estrategia de posicionamiento de largo plazo.

Massa no sólo vio reducido su caudal electoral el año pasado –luego de haber sido el tercero más votado en la historia de las elecciones presidenciales- sino que también se quedó sin cargo. Sin embargo, conduce su bloque de diputados nacionales a control remoto a través de su ladera Graciela Camaño. Eso muestra a las claras, que aún sin cargo –como le sucedió a CFK durante 2015-2017- si se es líder de un espacio, tener un lugar formal importa poco.

Lo cierto es que Massa es un gran aprovechador de oportunidades, aunque las cosas no siempre le salen bien. Pero no está muerto quien pelea, y en este caso tiene 2 roles que le esperan en las próximos meses: 1) volver a tener una relación adulta con el macrismo para aprobar el presupuesto, y 2) ver qué rol jugará el año que viene en el escenario electoral.

Respecto al primer punto, al no depender solo de él, sino también del oficialismo y de lo que decidan hacer los gobernadores peronistas, su margen de juego tiene limitaciones. No puede quedar como el chico malcriado y caprichoso que va en contra de todos los demás, porque su rol pasará a valer cero. El personaje de a ratos se va de pista, pero no come vidrio. Por lo tanto, tirará de la cuerda todo lo que pueda en busca de hacerle pagar algún costo al gobierno, pero sin impedirle que saque el presupuesto adelante.

Pero ahí no termina todo, ya que esta nueva oportunidad que le presenta la vida debe ir de la mano de quedar bien con sus únicos aliados posibles a esta altura: sus compañeros gobernadores. El tigrense debe jugar un rol importante el año próximo si quiere seguir comprando tiempo para su carrera política. Eso implica mostrarle a sus pares que es un gato con 7 vidas, y lejos de Cristina.

Para eso necesita que haya algún tipo de consenso que le oferte la candidatura presidencial o la de gobernador de Buenos Aires. No será fácil ya que hay algunos que creen que debe haber una gran primaria que incluya a la ex presidenta (cosa que probablemente ni ella ni él quieran), mientras que por otro lado está Urtubey batallando desde el norte como Güemes (pero con limitaciones de conocimiento nacional y cierta desconfianza de sus pares).

Todo este ajedrez complejo puede hacer que lo deje a Massa sin el pan y sin la torta. Sin embargo, este posible renacer no se veía en él cuando comenzó este año. Si quiere volver a ser “tigre”, primero deberá mostrar que por lo menos sus uñas de gato siguen bien afiladas.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)