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13.04.16

¿En un mismo lodo?

(7 Miradas) Cuando estas tormentas ocurren, lo mejor es guarecerse y esperar con paciencia. Salvo en situaciones muy particulares, nunca nadie sale favorecido de estas coyunturas. La gente eleva líderes que hacen cosas positivas, no que se encargan de sacar la suciedad.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Va Argentina camino de una crisis de confianza con toda la clase política? O estos días solo son un pico de tensión? Esta pregunta inicial es legítima dada la intención general del gobierno de promover un tono optimista (recuérdese la reticencia a hablar de la herencia recibida, y de planes anti inflacionarios), y por la insistencia del presidente en los últimos días al remarcar la cuestión de la confiabilidad.

Tratemos de despejar algunos elementos para entender las consecuencias estructurales de estas coyunturas:

•        En estas semanas nadie gana nada: en el mejor de los casos no se pierde, porque es cierto que contextos negativos (para la política y la economía) afectan a la dirigencia política en su conjunto.

•        No hay que dejarse engañar por la agenda mediática: la opinión pública consume muchas menos noticias de las que el círculo rojo supone, y por lo tanto el impacto es menor.

•        Las prioridades de la gente no cambian por la agenda de Comodoro Py: sí se modifican las proporciones en picos como este, donde corrupción gana espacio. Sin embargo, los efectos socioeconómicos son los que siempre mandan por razones obvias. Si la semana próxima baja el nivel de novedades en los tribunales, lo más probable es que la corrupción pierda espacio (aunque más no sea por un efecto saturación) y la gente de a pie siga angustiada por sus penurias.

•        Las consecuencias de esto no son solo en la opinión pública: siempre hay derivaciones políticas que la calle no ve (ni le interesa), pero que pueden ser muy relevantes para la mirada del mundo político – mediático – empresarial.

Dicho esto, nadie debería sentirse muy contento con la coyuntura, pero tampoco demasiado triste:

•        El gobierno porque le quiebra su intención de la imponer su agenda positiva, optimista, de futuro, y está mencionado todo el tiempo por los Panamá Papers. Pero al mismo tiempo le sirve para que no se imponga la agenda del ajuste.

•        El kirchnerismo porque ver desfilar ex funcionarios en tribunales no es agradable. Pero al mismo tiempo puede atacar a Macri por las sociedades off shore, y porque se siente cómodo victimizando a CFK frente a las corporaciones.

•        La oposición moderada porque queda fuera del ring político en la pelea gobierno – kirchnerismo, y no puede imponer su agenda de preocupación socioeconómica. La ventaja es que no queda manchado por ninguna de estas causas.

Cuando estas tormentas ocurren, lo mejor es guarecerse y esperar con paciencia. Salvo en situaciones muy particulares, nunca nadie sale favorecido de estas coyunturas. La gente eleva líderes que hacen cosas positivas, no que se encargan de sacar la suciedad.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)