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20.04.17

Gobernar el cambio con Cambiemos

En una conferencia en CADAL, la analista política Liliana De Riz remarcó que el gobierno de Mauricio Macri es débil desde el punto de vista institucional, minoritario en ambas Cámaras, por lo que debe negociar y enfrentar dificultades que sus antecesores no tuvieron, ya que la tradición presidencialista argentina ha sido siempre jefes de Estado poderosos, con grandes mayorías y Congresos obedientes. “Esta es una dificultad de base para el cambio”, sentenció.
Por Agustina Ordoqui

“Mauricio Macri no puede perder estas elecciones”, disparó la socióloga e investigadora del Conicet, Liliana de Riz, el jueves pasado durante una conferencia en el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) titulada “Gobernar el cambio con Cambiemos”. La experta analizó la situación actual del país y señaló que el mandatario deberá reforzar su coalición para obtener buenos resultados en las legislativas de octubre y así garantizar la gobernabilidad de los próximos dos años.

De Riz sostuvo que el eje de la campaña electoral de Cambiemos es la polarización entre el pasado y el presente y advirtió de que “la idea del retorno de los que se fueron es un fantasma que persigue a muchos”. En ese sentido, remarcó que el Frente Para la Victoria (FPV) todavía es fuerte en ambas Cámaras, gracias a su presencia en las provincias periféricas. “Pero en territorios metropolitanos es más débil porque necesita más votos”, aclaró.

Para la socióloga, será importante entonces sumar apoyos estratégicos para las legislativas, aunque Cambiemos no logre la mayoría en el Congreso. “En comparación con las bancas del FPV o del peronismo, Cambiemos nunca va a tener un quórum seguro, siempre va a tener que negociar con las fuerzas de la oposición para gobernar. Pero ganar esta elección es significativa para mostrar que las políticas de cambio tienen suficiente respaldo”, afirmó.

Por otro lado, De Riz coincidió con algunos referentes de Cambiemos en que el año electoral compite contra la posibilidad de construir apoyos y consensos que faciliten la gobernabilidad: “En períodos de cuatro años, es muy difícil encarar acciones de largo plazo si hay un año electoral en el intermedio”. Por eso, insistió en que será clave reforzar la coalición y evitar pérdidas como la de Ángel Rozas en Chaco o de Martín Lousteau, que se presentará en Buenos Aires con su propio lista, ECO.

La doctora en Sociología por la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París (EHESS, por sus siglas en francés) aclaró que, de todas formas, nada está escrito sobre lo que puede suceder en octubre: “Las piezas están sobre la mesa y nadie sabe bien cómo va a encajar el rompecabezas”. En ese marco, la herencia del gobierno kirchnerista -”una década de abundancia y despilfarro”- es solo una de las dificultades que afronta Macri, según enumeró.

La presión social por parte de los sindicatos y movimientos de desocupados y un empresariado que mira con desconfianza las políticas del presidente también son cuestiones a resolver. “Hubo cambios significativos, como salir del cepo cambiario y negociar con los holdouts, pero hay que resolver los problemas de una economía en la que la inversión no llega, la inflación resiste y tenemos desequilibrios macroeconómicos”, agregó De Riz.

Por último, remarcó que el gobierno de Mauricio Macri es débil desde el punto de vista institucional, minoritario en ambas Cámaras, por lo que debe negociar y enfrentar dificultades que sus antecesores no tuvieron, ya que la tradición presidencialista argentina ha sido siempre jefes de Estado poderosos, con grandes mayorías y Congresos obedientes. “Esta es una dificultad de base para el cambio”, sentenció.

De Riz aprovechó esta observación para deslizar una crítica hacia el populismo, dirigida indirectamente al kirchnerismo. “El Estado no puede ser el botín del gobierno de turno para mantener el liderazgo prescindiendo de las instituciones. El Estado debe tener una tecnocracia y controles eficaces para que las instituciones traduzcan las políticas de Estado en una acción

sostenida a largo plazo”, apuntó. E insistió en que este punto es fundamental en el plan de gobierno de Macri “porque reconstruir la capacidad productiva de la Argentina y la competitividad para entrar al mundo significa tener inversiones”, que no llegaron al país porque “piden continuidad de políticas y Justicia independiente”.